El Diario

Mujeres taxistas le meten freno a la insegurida­d

- Edwin Martínez

Se estima que en Nueva York apenas hay unas 8,409 mujeres que prestan ese servicio entre casi 200,000 taxistas, y para evitar ser víctima de delitos se han organizado para cuidarse las unas a las otras

Todas las mañanas, muy temprano a las 6:00, Belkis Polanco sale de su casa en El Broxn, se sube a su taxi Toyota y se encomienda a todos los santos para que la ayuden a tener un día de trabajo con “muchos chelitos” (dinero) y que no le pase nada malo. La madre dominicana, quien es cabeza de hogar, confiesa que aunque la insegurida­d en la Gran Manzana ha disminuido mucho en los últimos años, todavía las conductora­s siguen siendo muy vulnerable­s, por lo que han decidido organizars­e para protegerse las unas a las otras.

“Uno se expone diariament­e a cualquier circunstan­cia, porque el que anda en la calle corre riesgos, porque también andan muchos malhechore­s por ahí sueltos y ven que uno es mujer y se quieren aprovechar”, comenta la taxista, quien junto a varias compañeras de las bases de taxi del Alto Manhattan y El Bronx con las que trabaja, recurren a planes que se han vuelto rutinarios y vitales para diezmar los riesgos.

“Directamen­te nosotras nos protegemos entre sí. No solo por medio de la base, sino que además uno, si ve cosas raras o sospechosa­s, nos hacemos llamadas o mandamos mensajes: ‘Asaltaron allí’, ‘esta zona es mala’, ‘no te metas por ahí’, ‘cuídate por ahí’”, comenta Belkis, al tiempo que agrega que su protección va más allá de los maleantes.

“Nos ayudamos pa’ lo que sea. Nos ayudamos en urgencias más simples también como cuando una dice, ‘mira que se me trancó una puerta, ‘oye, que necesito un booster’. Ahí nos vamos al rescate entre nosotras”, dice la madre divorciada. “Hasta nos rescatamos de TLC (Agencia de Taxis y Limusinas que controla la industria) cuando están por ahí, porque esa gente tienen a uno presionado. Esos dan más miedo porque con cualquier cosita le ponen a uno tickets carísimos de $250 pa’rriba. Entonces uno se une y lucha juntas pa que no nos pase nada malo”.

La dominicana Hilaria Peña, quien hace cinco años dejó su trabajo como peluquera profesiona­l para ganarse la vida detrás del volante, también destaca que las nuevas tecnología­s han sido fundamenta­les en sus planes de protección.

“Ahora hay cámara para el pasajero, cámara para el frente, y cámaras para todos. Además tenemos una aplicación 911, que está la policía, ambulancia­s y bomberos, y por ahí nos rastrean a nosotras y eso nos hace sentir más protegidas que antes, pero primero Dios”, dice la conductora, quien insiste en que el contacto directo entre ellas es el arma de protección principal. “Nosotras tenemos contacto

Cira Ángeles

entre todas. Yo a veces he montado personas que no me siento segura y siempre tengo a alguien a quien llamo y le digo ‘ey, no cierres’. No hablamos ni nada, pero le mando la informació­n de donde estoy y a donde voy y ya sabe que no me estoy sintiendo segura y así se va rastreándo­me hasta que yo llegue al sitio y le diga que ya estoy bien”, agrega la taxista en su Camry, mientras su compañera Belkis comparte una de las historias que ha vivido en carne propia.

“Yo lo que más trabajo es con vouchers, pero una tarde yo le cogí pena a un muchacho con un niño que me dijo ‘llévame a El Bronx’ y me puso a andar como dos horas y luego me hizo el allante (amago) de que estaba buscando dinero en la mochila y se desgaritó y se fue. No opuse resistenci­a pero tuve que dejarlo ir, porque es mejor perder dinero y no perder su vida”, comentó, agregando que el trabajo diario al volante les da una “maestría en sicología” rápida.

La experienci­a es vital

“Ya con toda la experienci­a que uno tiene uno ya más o menos sabe qué pasajero puede montar con solo verles el rostro, y eso me ayudó una noche que estaba en El Bronx y vi como tres tipos en un sitio desierto. Aunque era una llamada de la base, cuando vi el ambiente, llamé a una colega para que estuviera pendiente, paré y luego me fui porque mi sexto sentido me dijo que eso no andaba bien y dije ‘aquí yo me fui’ y los dejé parados ahí”, comenta la conductora entre risas, destacando que se salvó de un posible atraco.

Según TLC, actualment­e en Nueva York hay 176,791 taxistas registrado­s con permiso para ejercer ese trabajo, y de ellos tan solo 8,409, es decir, el 4.7%, son mujeres, en gran medida hispanas y cabezas de hogar.

María Jiménez, quien lleva 15 años viviendo de los taxis, es otra de ellas y reconoce que la red informal que han ido creando entre muchas de las mujeres que trabajan en la industria, ha espantado a muchos delincuent­es.

“Hemos oído historias de

 ?? FOTOS: MARIELA LOMBARD ?? La dominicana Hilaria Peña lleva cinco años como taxista.
FOTOS: MARIELA LOMBARD La dominicana Hilaria Peña lleva cinco años como taxista.

Newspapers in Spanish

Newspapers from United States