¿Sorpresas?
trata de Europa y América. Las excepciones fueron justamente Alemania en Brasil 2014 y Brasil en el Mundial de Suecia 1958.
Cuando el Mundial fue jugado en Asia (Corea-Japón 2002), Brasil lo ganó con autoridad, y cuando fue en África (Sudáfrica 2010) el campeón fue España en aquella final inolvidable.
La última vez que el Mundial se jugó en el Viejo Continente (Alemania 2006) ninguna selección que no fuera europea alcanzó a meterse en las semifinales y solamente Brasil y Argentina, los de siempre, irrumpieron en el concierto europeo entre los ocho finalistas.
Otro aspecto interesante de Rusia 2018 es que el torneo está lleno de incógnitas. Algunos creen que Islandia, Marruecos o incluso Perú puedan convertirse en sorpresas. Pero en realidad es difícil anticipar un Mundial sin que las grandes potencias impongan condiciones. Acaso Bélgica es visto como candidato “alternativo” y refrescante a ganar la corona. Ya dio señales hace cuatro años en Brasil.
Por otra parte, no hay un grupo que pueda ser calificado como “de la muerte” precisamente debido a las dudas sobre muchas selecciones. Pero si por ejemplo Marruecos responde, el Grupo B será duro, y si la Argentina de Messi sigue sufiendo, se le puede complicar cualquiera de sus tres oponentes en el D.
Una cosa se puede garantizar: el Mundial acaparará la mayor atención de 2018 en cuanto a grandes eventos. El conteo regresivo ya está en marcha.