La cancelación es ilógica
Desde su creación en 1990, el Estatus Temporal de Protección o TPS fue una solución temporal para proteger a grupos de nacionales de países asolados por guerras o conflictos armados y muchos TPS fueron iniciados y cancelados por diversos gobiernos.
Pero al anunciar el final del TPS para más de 200,000 salvadoreños que han vivido por más de dos décadas en Estados Unidos, el gobierno de Trump toma una decisión que no solamente es cruel sino contraria a la lógica y a los intereses geopolíticos de este país en Centro América, dijeron expertos.
Este rotativo consultó ayer a todo tipo de observadores, desde catedráticos estadounidenses y salvadoreño-americanos, a estudiosos de la política regional, pasando por los propios activistas salvadoreños y asesores políticos que trabajaron en los años 90 en crear el TPS.
Todos coincidieron en algo: la decisión del gobierno de Trump no ayudará a Estados Unidos ni a Centroamérica sino que, al contrario, contribuirá a desestabilizar la región, perjudicando a países aliados.
Alegan además que también expone, de alguna manera, la debilidad de una solución temporal que si bien fue extendida por gobiernos republicanos y demócratas, nunca ofreció protección duradera a una población que, para todos los efectos, está integrada en Estados Unidos.
A continuación algunas de las opiniones de los expertos consultados:
Cecilia Menjívar,
“La creación de TPS fue una decisión muy calculada, muy incompleta y tentativa para resolver el problema de la migración salvadoreña en los ochenta. A estas alturas, ya deberían haber tenido un estatus permanente y el hecho de que eso no se hizo en todos estos años refleja que este país nunca vio a este grupo como parte de la sociedad estadounidense”.
John Trasviña,
“Lo correcto hubiera sido que este gobierno o cualquiera de los anteriores recomendara una transición de los beneficiarios de TPS a un estatus permanente. Esto se ha hecho siempre con programas temporales, no es nada nuevo en ley estadounidense”. Frank Mora,
“Con esta decisión Estamos mandando este mensaje a América Latina: queremos separarnos de ustedes, no queremos ninguna relación cercana, rechazamos a su gente y a su cultura”. Leisy Abrego:
“El mensaje de esta decisión es este: no nos importa América Central, ni la seguridad, ni el ambiente ni la economía, no nos importa que esto vaya a causar caos en su país, ese es su problema”.l