Medallas
Sus nombres son Tessa Virtue y Scott Moir, canadienses, artistas sobre patines, y a partir de ayer, leyendas olímpicas.
En realidad, la pareja de patinadores originarios de London, provincia de Ontario, ya había hecho historia con oro en los Juegos Olímpicos de Vancouver 2010 y plata en Sochi 2014, además de tres campeonatos mundiales.
Pero fue la intensidad de su bella e impecable rutina, dentro de la prueba de danza libre en PyeongChang 2018, lo que quedará para siempre.
Fue dramático porque unos minutos antes de que Virtue, de 28 años de edad, y Moir, de 30, salieran a la pista, la arena de patinaje de Gangneung País
1. Noruega 2. Alemania 3. Canadá 4. Holanda 5. Francia 6. Estados Unidos 7. Suecia
8. Austria
9. Corea del Sur 10. Japón
24. España 11 11 8 6 5 5 4 4 4 2 0 10 7 5 5 4 3 3 2 2 5 0 8 5 6 3 4 4 0 4 2 3 2
T
23 19 14 13 12 7 10 8 10 2
se había venido abajo por la impresionante actuación de los franceses Gabriella Papadakis y Guillaume Cizeron.
Éstos rompieron su propio récord mundial de danza en el hielo al sumar 205.28 puntos, resultado de 123.35 de los jueces en danza libre y 81.93 de danza corta. Fue una rutina clásica y todos daban por un hecho en ese momento que ganarían el oro.
Sin embargo, Virtue y Moir, obligados a brindar todavía una mejor actuación, respondieron. Su conexión como pareja es radiante; después de todo han estado patinando juntos desde 1997. Nadie puede confirmar aún si son pareja fuera del deporte; ellos ni lo admiten ni lo niegan.
No sólo tenían preparada una rutina exquisita, sino que incluyeron al menos tres ejercicios de alto grado de dificultad en los que ella terminó en lo alto, sobre los brazos u hombros de él, incluso con sus piernas alrededor de su cuello, en una mezcla de belleza, entrega y sensualidad; un acto de amor sobre el hielo que al concluir su rutina al ritmo de “Moulin Rouge” les hizo romper en euforia sabiendo que lo habían logrado: 122.40 puntos para llegar a 206.07 totales.
La gran ironía es que ambas parejas practican juntas en Montreal, por lo que comparten una amistad, pero ciertamente también una rivalidad.
“Cuando estaba viendo a Gabby y Guillaume entrenar, cando me estaban aterrorizando cada día, estaba feliz. Porque sentía que no íbamos a ser capaces de superarnos a un nuevo nivel sin esa rivalidad”, dijo Moir.
Mientras los canadienses festejaban, los franceses miraban desilusionados, como a quienes les han robado el campeonato, porque en realidad eso es lo que sucedió.
El bronce fue para los hermanos estadounidenses de raíces japonesas Maia y Alex Shibutani (192.59), nacidos en Nueva York y Boston, respectivamente. Un bronce de oro; sólo fueron superados por dos parejas históricas.