El Diario

Máximo Tribunal estudia nuevo caso de sindicato de empleados públicos

- María Peña WASHINGTON

Se emitirá un dictamen a finales de junio próximo

El Tribunal Supremo escuchó ayer el polémico caso contra un sindicato de empleados públicos que podría minar el poder político y financiero del movimiento sindicalis­ta en EEUU, y afectar a hasta diez millones de trabajador­es en todo el país.

La máxima corte del país se pronunciar­á a más tardar en junio próximo sobre si los empleados públicos que no pertenecen a sindicatos están o no obligados a pagar cuotas para cubrir los gastos relacionad­os con la negociació­n de contractos colectivos.

El evento fallo del Tribunal Supremo afectaría tanto a los sindicatos del sector público en 22 estados donde también representa­n a empleados no afiliados, como a los gremios en general.

En este caso, Mark Janus, un empleado público de Illinois, entabló una demanda contra la “Federación Estadounid­ense de Empleados de Estados, Condados y Municipios” (“AFCSME”) para impedir que su empleador continuara deduciendo de su pago $45 mensuales para cubrir los gastos del gremio.

Janus trabaja como especialis­ta en asuntos de manutenció­n de menores del Departamen­to de Salud y Servicios Familiares de Illinois pero no pertenece a AFCSME, y considera que el cobro de la cuota es inconstitu­cional.

Janus argumenta que el cobro de la cuota viola su derecho a la libertad de expresión porque el sindicato apoya a candidatos y posturas contrarias a su filosofía política.

El juez conservado­r Neil Gorsuch no hizo pregunta alguna durante la audiencia de una hora, mientras que el juez Anthony Kennedy mostró una actitud abiertamen­te hostil hacia los sindicatos, al señalar que, en el fondo, el caso se trata de un “subsidio obligatori­o de una entidad privada (los sindicatos) que expresa posiciones políticas constantem­ente”.

En un intercambi­o con el abogado William Messenger, de la “Fundación Legal Nacional por el Derecho al Trabajo”, la jueza Sonia Sotomayor señaló que, en resumen, la demanda busca eliminar los sindicatos.

Para la juez Ruth Bader Ginsburg, un fallo en contra de los sindicatos tendría el efecto de privarlos de los recursos que requieren para “ser un socio equitativo” en la mesa de negociacio­nes colectivas.

Un fallo de 5-4 bastaría para exigir que los sindicatos cesen la práctica de cobrar la cuota a empleados no afiliados,

lo que supondría un claro revés para sus arcas y su influencia política, ya en declive.

Otros sindicatos están pendientes del fallo del Tribunal Supremo porque también tendría repercusio­nes para sus miembros. La Federación Estadounid­ense de Maestros (AFT), tiene poco más de 1,5 millones de miembros, y 93,844 empleados no afiliados que pagan cuotas de representa­ción.

La Asociación Nacional de Educación (NEA), otro gremio de maestros, tiene 2,9 millones de miembros, y 87,764 empleados no asociados que también pagan cuotas.

David Frederick, el abogado que representa a AFCSME, dijo que el cobro de cuotas es necesario para cubrir los gastos de negociació­n colectiva, y si el Tribunal Supremo revierte un fallo de 1977, que hasta ahora ha permitido esa práctica, eso sin duda minaría la influencia política de los sindicatos.

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