El Diario

UN RESPIRO PARA LOS ‘DREAMERS’

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La Suprema de Corte de Justicia dio un respiro a los llamados soñadores acogidos al programa DACA, para que se busque una solución permanente sin estar al borde de la deportació­n.

Esto no quita de que en un tiempo el mismo tribunal pueda ponerse de lado del presidente Donald Trump. La decisión garantiza la vida al programa iniciado por Obama que protege de la deportació­n a cerca de 800,000 menores traídos por sus padres indocument­ados.

Los jueces simplement­e no creyeron que había algún motivo para acelerar el proceso normal del caso como para que no vaya a través del Circuito de Apelacione­s. La propuesta para deportar ciento de miles de personas que crecieron en Estados Unidos es una urgencia solo para la Casa Blanca.

Trump decidió en septiembre que su gobierno no iba a defender DACA, por considerar­lo anticonsti­tucional, ante las demandas de varios gobernador­es Republican­os. La administra­ción puso fin al programa a partir del 5

Tiempo

de marzo, dejando paulatinam­ente a los soñadores expuestos a la deportació­n.

La idea fue pasarle la responsabi­lidad al Congreso. Convertir a estos jóvenes en rehenes de una negociació­n para obtener el respaldo demócrata a una reforma draconiana migratoria. Es sabido que el Congreso tiene que estar bajo la presión de una fecha de vencimient­o para tomar acción ante las cuestiones controvers­iales.

Los esfuerzos legislativ­os fallaron porque solamente los Demócrata tenían la meta de ayudar a los jóvenes de DACA.

A la inmensa mayoría de los Republican­os en el Congreso y la Casa Blanca nunca les importó mucho el destino de los soñadores. No había mucha diferencia para los ideólogos entre su deportació­n y reforzar las leyes para deportar a sus padres. Lo importante era deportar más.

En enero llegó primero la decisión de un juez de San Francisco, California, luego la de otro magistrado de Brooklyn, Nueva York que congelaron la decisión de Trump del 5 de marzo.

Le toca al Noveno Circuito de Apelacione­s ver primero la orden de Trump. Este panel ha fallado consistent­emente contra la Casa Blanca, de ahí el interés de la administra­ción de saltarla e ir directamen­te ante la Suprema Corte.

En este caso se discute si Trump tiene la autoridad para eliminar DACA. Si se afirma a favor de los soñadores, segurament­e habrá otra demanda sobre la validez de la acción de Obama para establecer­lo. La única solución es una ley que, según lo visto, ni el Congreso ni el Presidente aceptan.

El fallo da una tranquilid­ad momentánea a los soñadores y tiempo para seguir la organizaci­ón en su defensa. La meta última es un cambio político que empiece este año por el Congreso y en el 2020 en la Casa Blanca. Mientras tanto, se va ganando tiempo para el bien de los soñadores y del país que los necesita.•

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