El Diario

QUE TRUMP CUMPLA SU PALABRA

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Desde la masacre escolar de Sandy Hook hasta el presente se propusiero­n más de 360 proyectos de ley sobre acceso a las armas de fuego. Solo uno fue aprobado.

No se puede esperar mucho del Congreso después de cada matanza incomprens­ible. Sin embargo, hoy hay indicios para ser optimistas. Hay motivos para pensar que el asesinato masivo en la secundaria de Parkland, Florida, es un parteaguas en la conversaci­ón nacional sobre las armas de fuego.

El presidente Donald Trump se presenta como un factor de cambio, al cual se le toma la palabra. La cuestión es que realmente mantenga la actitud mostrada el miércoles en su reunión con congresist­as y senadores. Que no repita lo de DACA.

El mandatario con el respaldo a restriccio­nes al acceso a las armas de asalto, echó un balde de agua fría a un liderazgo legislativ­o republican­o listo para no hacer nada.

En la Cámara Baja se culpó de la masacre desde las

Armas

autoridade­s, al guardia de la escuela, a la salud mental del asesino y hasta la cultura. Es irónico cómo se culpa una cultura, ignorando la obsesión de esta por las armas.

La burla fue la afirmación del liderazgo Republican­o de la Cámara Baja de que ellos ya cumplieron, al haber aprobado en diciembre pasado una medida que alienta la actualizac­ión del sistema NICS, usado en la averiguaci­ón de antecedent­es para comprar armas. Allí también había un regalo para la Asociación Nacional del Rifle (NRA) de ampliar a todo el país la portación escondida de pistolas.

Trump públicamen­te rechazó la idea de incluir la propuesta del NRA en lo que estaría dispuesto a firmar. El Presidente desnudó la intención de una medida que estaba diseñada para fracasar en el Senado.

La Casa Blanca va por buen camino al respaldar la prohibició­n de vender armas de fuego a los menores de 21 años y ampliar la averiguaci­ón de antecedent­es en la compra. Estas son pesadillas para el NRA y sus aliados legislativ­os.

Una ley será mejor que una orden ejecutiva para prohibir las culatas que hacen que un fusil funcione como automático. Mejor serían leyes como la de 1994 que prohibió la fabricació­n de armas de asalto para uso civil y los cargadores de alta capacidad. Se comienza por el principio.

Desde la tragedia de Parkland hay más respaldo popular a las leyes que eviten una repetición. El apoyo creció ante la magnitud de la matanza y el fervor de los estudiante­s. Más de 14 empresas rompieron sus acuerdos con el NRA en un reflejo de la influencia política del consumidor.

El NRA está perdiendo el poder que congela a los legislador­es. Trump no titubea en decirles que no le teman y que actúen. Es cuestión que la Casa Blanca esté firme para dar cobertura política a los republican­os para que voten por el sentido común.•

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