Se va en paz Rogelio Guerra
Familiares lanzarán sus cenizas al mar
Vestir de negro no fue una opción en el velorio del actor Rogelio Guerra. Como una manera de honrar su alegre personalidad, familiares y amigos se ataviaron de colores.
“Fue una persona a la que le encantaba la fiesta y le chocaba vernos de negro. Decidimos que lo mejor era vestir de blanco o de colores porque él era muy divertido. Le encantaba armar las pachangas, luego se iba a dormir y nos dejaba enfiestados. Le encantaba organizar comidas familiares y fiestas de disfraces”, dijo su hija Hildegard, la primera en llegar al velatorio a una funeraria al sur de la Ciudad.
El histrión de teatro, cine y televisión falleció el martes a los 81 años, a causa de un paro respiratorio, del que sus familiares decidieron no reanimarlo.
“Tomamos la decisión como familia de no hacerlo porque ya no era vida para él. No había por qué regresarlo a la prisión en la que estaba viviendo”, dijo su hijo Carlo, quien estaba con él cuando falleció.
Guerra sufrió un accidente vascular cerebral en 2015, del que ya no se pudo recuperar.
A partir de ese año, su familia recibió tratamiento tanatológico para sobrellevar la condición del actor, quien ya no podía caminar ni hablar.
“Ya no era vida para él y, aunque ya llevábamos más de un año mentalizándonos, obviamente nos sacude. Aunque pensemos que era lo mejor, nunca se está preparado para este momento y duele”, reconoció Carlo.
La familia agradece haberse despedido de Rogelio, así como haberle celebrado un homenaje en vida, cuando todavía estaba consciente, en marzo de 2015.
“Yo creo que sí era el más guapo del planeta y tuvo una gran trayectoria, la cual homenajeamos en vida. Él lo pudo disfrutar, fueron todos sus amigos, fue Verónica Castro, lo vivió intensamente y en consciencia”, señaló Maribel Robles, su viuda.
Sus cinco hijos, Rogelio, Hildegard, Fedra, Carlo y Aldo, así como Maribel, de cidieron cremar el cuerpo para lanzar las cenizas al mar.