Residentes y comerciantes aseguran que la clausura de las estaciones de la 30 Avenida y Calle 36 ha ocasionado pérdidas económicas y desempleo
Bedwin.martinez
Durante los cinco años que Luis Martínez lleva trabajando en la tienda de comida de mar “Best Fish Market”, uno de los lugares más conocidos de Astoria, Queens, siempre se había sentido como “pez en el agua”. Además de su salario semanal, los más de $50 dólares extra en propinas que le dejaban los clientes en un tarrito plástico, le alegraban su jornada. Pero desde octubre del año pasado, cuando la MTA cerró las estaciones del Subway de la 30 Avenida y la Calle 36, para adelantar obras de remodelación, su bolsillo comenzó a sufrir.
Los trabajos en el metro han provocado una disminución en la clientela, lo que está comenzando ha llevar el negocio hacia abajo. Además de que el tarrito de las propinas cada vez tiene menos dólares, dos empleados hispanos fueron despedidos y por ello Martínez teme que si las obras no terminan pronto pueda correr la misma suerte. “Estamos en crisis”, dijo el empleado mexicano con gesto preocupado, mientras limpiaba y le quitaba las escamas a un pescado que una mujer acababa de comprar.
“Esos arreglos nos están afectando a todos porque ahora esto está muy lento y si baja la venta, bajan las propinas y dañan los trabajos y como están las cosas, encontrar trabajo está difícil”, dijo el empleado, quien le pidió a la Autoridad Metropolitana de Transporte (MTA) que agilice las obras y reabra las estaciones antes de junio próximo, cuando está pautado terminar las reparaciones.
Laura Camajarca, propietaria de la bodega “La Cabaña”, que funciona hace 20 años en la 30 Avenida con calle 33, también está muy preocupada por el futuro de su negocio. Los clientes siguen bajando.
“Esa estación apenas lleva cuatro meses cerrada y dicen que va a estar así casi un año, imagínese si no más así uno ya siente el efecto en las ventas”, comentó la ecuatoriana, afirmando que la crisis que están viviendo los comerciantes del área es tan grande que teme que los ingresos sigan cayendo y eventualmente enfrente problemas para pagar la renta del local. “Es que la MTA no entiende que cada día que cierran las estaciones nos da duro a todos, porque nosotros tenemos que pagar empleados, pagamos taxes, luz y renta, y si no hay clientes, el dueño de la casa no nos va a dar espera… uno puede quebrar”, aseguró.
Y aunque los negociantes de Astoria sienten que las pérdidas económicas que ya han sufrido nadie, ni siquiera la MTA, se las van a regresar, decidieron organizarse en el grupo “30th Avenue Business Association”, para exigirle a la Autoridad Metropolitana de Transporte que al menos busque soluciones para mitigar los daños.
“Esto nos está matando a todos y por eso junto a unos 100 negocios del área nos hemos unido para pedir que al menos haya autobuses shuttle que traigan gente a las estaciones y que nos den algún tipo de alivio”, asegura el presidente de la asociación, Frank Arcabascio, quien insistió que la MTA ignora sus reclamos y no hace nada por ellos. “Nuestros negocios están bajando terriblemente. Aquí hemos perdido 13,000 transacciones con un costo de $20 cada una desde octubre 23 cuando las construcciones empezaron. Nos están matando; estamos perdiendo entre 200 y 300 clientes cada día y la MTA no nos ofrece muchas respuestas”, denunció Robert Battipaglia, dueño de la licorera “Grand Wine and Liquor Store”, que queda justo al salir de la estación de la 30 Avenida. “En 75 años que tiene este negocio, que ha pasado de generación en generación, nunca habíamos visto nada tan devastador como esto”.
MTA: Esto es necesario
A pesar de los reclamos y del caos que causan las reparaciones de las dos estaciones de Astoria, que diariamente movilizaban miles y miles de pasajeros que ahora deben usar el servicio en paradas alternas, la MTA parece tener otra historia. Ls agencia asegura que está trabajando directamente con la comunidad para disminuir el impacto de los cierres, pero los propietarios de los negocios afirman que la MTA está mintiendo.
“Valoramos profundamente nuestra asociación con la comunidad y hemos trabajado para reducir los impactos de la construcción y ayudar a las empresas locales”, aseguró Shams Tarek, vocero de la MTA, quien no reveló detalles de cómo están ayudando a los comerciantes, y quien insistió que las reparaciones son necesarias.
“Para garantizar la viabilidad futura de estas paradas esenciales del metro que atienden a miles de residentes de Astoria todos los días, debemos arreglarlas; no podemos diferir reparaciones y mantenimiento críticos”, dijo el vocero, destacando