Rostros del olvido, un grito contra los feminicidios
Alfareras recuerdan a víctimas de violencia de género
Rita Reséndiz y sus compañeras alfareras trabajaban en su taller cuando escucharon en la radio una historia que las estremeció: la de una madre que no podía recuperar el cuerpo de su hija asesinada. Desde entonces, las artesanas elaboran sus rostros contra los feminicidios, la “herida abierta” de México.
Elaboradas con barro a tamaño real, las piezas del grupo Mujeres Alfareras de Tláhuac son un grito de dolor, de impacto, de impotencia y de rabia.
Cada uno de estos 270 rostros femeninos -que reciben el nombre de “Rostros del olvido”es una historia. Unos tienen los ojos abiertos y otros cerrados; uno tiene un ojo morado, otro arañazos en la nariz, otro un corte profundo y sangrante en la mejilla.
“Queríamos que expresaran lo que una mujer en ese momento puede estar sintiendo y pensando cuando injustamente le están quitando la vida y de manera violenta, además”, afirmó Reséndiz, fundadora del grupo, en su taller de la Ciudad de México.
La artesana señala dos de las obras que más la conmueven. En la primera, el rostro tiene los labios pintados de azul y los ojos marrones abiertos, desde los cuales se deslizan dos lágrimas alargadas; su expresión de “enorme tristeza” refleja el pesar de una mujer que a su muerte dejó tres hijos huérfanos.
Reséndiz recuerda que en 2002, cuando escucharon en la radio la historia que les movió para iniciar su proyecto -un relato “desgarrador y muy doloroso”-, eran momentos en los que “se estaban abriendo espacios” para que se escucharan testimonios relacionados con las víctimas de los feminicidios en Ciudad Juarez, fronteriza con EEUU.
Las alfareras han llevado sus creaciones a museos y casas de la cultura, y posteriormente a lugares más abiertos como espacios públicos y universidades. Lo que quieren es crear consciencia del problema entre las jóvenes: “Que sepan que deben estar agregó.. atentas en su diario vivir”,