¿ESTÁ ACABADO?
√@e●viejohoracio
Cuando la pendiente es empinada y uno tiene el infortunio de descenderla sin éxito para controlar la velocidad del trayecto, la posibilidad de daño es alta. Así vive hoy en día su momento profesional el estratega José Mourinho, quien tras la rotunda eliminación de su Manchester United frente al Sevilla el martes anterior y su lejanía del liderato en la Premier League suma un nuevo traspié en su otrora brillante carrera.
“Mourinho podrá decir que soy el peor entrenador en la historia de la Premier, pero él ha gastado casi mil millones de libras y sus equipos juegan así...”. La frase es de Frank de Boer, estratega y exmundialista con Holanda, quien encontró en el nuevo trompicón del entrenador luso un momento de catarsis tras haber sido calificado por el propio Mourinho (tan sólo 24 horas antes) como “el peor entrenador en la historia de la Premier League”.
No sólo De Boer se lamió los bigotes con el descalabro del United. Son muchas las personas con la fiesta interior tras la eliminación de los Diablos Rojos, lo cual es entendible dada la complicada personalidad de su estratega, quien está apeado de la Liga de Campeones en los octavos de final e inició la jornada del fin de semana con 65 puntos, 16 por debajo del líder Manchester City (81) y con la única posibilidad de aspirar a un título en la FA Cup.
El asunto con Mou es la suma de decepciones en los últimos tiempos. El año anterior llegó al United procedente del Chelsea, en cuya campaña de 2015-16 fue cesado tras tener al club en el sitio 16 del torneo. Para la siguiente temporada llegó con los Diablos Rojos, pero los resultados estuvieron lejos de las expectativas de la afición, directiva y, por supuesto, de él mismo.
La ampaña anterior su equipo culminó en el sexto sitio de la tabla general, a una galaxia de su exclub, el Chelsea, total dominador de la temporada inglesa con 69 unidades, 24 por arriba del equipo dirigido por el autodenominado “The Special One”.
Las críticas le lluevan al portugués como flechas en asalto de pieles rojas. Se le cuestiona, quizá con razón, la poca evolución de su método futbolístico, argumento para establecer el concepto de juego con el cual defiende su idea de cómo racticar este deporte.
Mou se mantiene inamovible respecto a su premisa: lo primordial es evitar recibir goles y para ello apuesta por una mayoría de futbolistas físicos ubicados la mayor parte del tiempo por detrás de la línea del balón.
“Aburrido y vergonzantemente inepto”, así de rudo fue el juicio del rotativo británico The Telegraph tras la nueva decepción del United, sin duda uno de los equipos con más prosapia del balompié europeo junto al Real Madrid, Barcelona, Bayern Múnich y Juventus.
La prensa, los analistas y la parte fiel del club sueltan sus látigos en busca de argumentos para justificar los poco más de 400 millones de dólares invertidos por la directiva del club desde la llegada del luso, quien desde 2014 no logra hacer avanzar a ninguno de sus equipos a los cuartos de final de la Liga de Campeones.
Los Diablos Rojos cuentan con un presupuesto cercano a los 806 millones de dólares para el actual ejercicio, pero esto importó prácticamente nada en su escaramuza frente al Sevilla español, quien pese a caminar en la quinta posición de la Liga de España y tener un presupuesto muy inferior al del club de Mou (260 millones), fue amplio dominador en los dos encuentros de la serie y lo peor: en ningún momento de los 180 minutos de la obra sevillista el Manchester dio sensación de poder aspirar al triunfo.