Única misión: ganarlo todo
Con Judge y Stanton juntos en el lineup se eleva el optimismo en El Bronx
√@jairogira●do10
Bateo de poder. Es el ADN de los Yankees que diseñó Brian Cashman para entregarle a Aaron Boone, después de despedir a Joe Girardi –harto de que pasaran ocho años sin que la franquicia más famosa del béisbol se asomara a la Serie Mundial.
Es el presente de los “Baby Bombers”. Ahora más “bombers” que “babies”, después de un año sacudiendo batazos estratosféricos.
Una temporada completa le bastó a Aaron Judge para confirmarse como el más temido bateador de poder en la Liga Americana. Fueron 52 jonrones con 114 impulsadas y .284 de promedio. Y también fueron 208 ponches los que denunciaron que se trataba de un bateador en fase de aprendizaje. El otro consentido de los fans, Gary Sánchez (.278, 33 y 90 RBI), también supo que era mucho mejor como bateador que como receptor a la defensiva.
A esa primera línea de los “Babies” en la que entran Luis Severino, Chad Green y Jordan Montgomery, la gerencia encontró importante sumarle a Giancarlo Stanton, el más temido bateador de la Liga Nacional y acaso de todo el béisbol. Los números gritan por él: .281, 59 jonrones y 132 carreras producidas.
Una manera de subrayar el regreso de los Bombarderos.
Un equipo hecho para ganar bateando y en el que desde Brett Gardner o Didi Gregorius (.287, 25 y 87), potenciales bates abridores, hasta el último en el lineup tienen
Bird-Cirugía de tobillo derecho, fuera 6-8 semanas; Frazier-Fuera debido a conmoción cerebral; Ellsbury-Comenzará la temporada en lista de lesionados. la responsabilidad y el gusto por tirar la pelota por arriba de la cerca. El sólo hecho de que un bateador de alto poder como Judge pueda ser segundo bate ya dice cómo vienen los tiros.
“Bateando más adelante en la alineación Judge puede ver más rectas”, dijo Boone.
Stanton, en plan de bateador designado, empieza como el tercero y Gary Sánchez como el bate limpiabases.
Gregorius, un chocador de bola prodigioso capaz de pegarle a lo que pase por home viene quinto y Hicks cierra el corazón de la alineación más peligrosa del béisbol.
Walker podría batear séptimo (lo haría Bird cuando regrese) y luego estarían Drury
y Wade, dos bateadores de contacto por excelencia.
Lo ha dicho Boone. Si el pitcher abridor del equipo rival es zurdo, Gardner vería menos turnos. Y eso sacude la alineación al extremo de que Gregorius podría ser bate que abra por la tropa de El Bronx.
Los Yankees, sin Stanton, batearon 241 jonrones en 2017 y lideraron todo el béisbol, pero la presencia del poderoso toletero llegado de Marlins podría cambiarlo todo y tener dede ya a unos Bombarderos mirando entusiastas hacia los 300 estacazos de vuelta completa.
El oficio de sacar outs
Porque estaba convencido de la calidad de su rotación
fue que Cashman decidió no invertir en un nuevo brazo para reforzar a los Yankees.
Severino lo ganó en buena ley y es el nuevo as de la rotación por delante de Masahiro Tanaka. Y eso está bien, pero es el as japonés el que no está demasiado bien. Tuvo 23-12 en 2017 y 25 decisiones en 30 aperturas. Profundidad y salidas de calidad, pero Tanaka en cuatro años en Yankees no ha estado ni cerca de discutir el Cy Young. Ahora es segundo abridor.
Apuesta Cashman por C.C. Sabathia, el gran regreso de la campaña pasada. Y hace aquí una apuesta arriesgada. C.C. tuvo un formidable 14-5 con 27 aperturas, pero es el único
de sus cuatro años recientes con más ganados que pérdidos y camina con una rodilla en estado de emergencia.
A los 37 años, al zurdo le queda la sabiduría, pero puede ser el gran hueco en una rotación que empieza a ser corta por todo lo que aún no ha probado Sony Gray y muy apesar de que el novato zurdo Jordan Montgomey tiene hechuras de estelar.
A falta de profundidad en su pitcheo abridor (no tuvieron a ningún lanzador con 200 entradas), los Yankees tienen el mejor bullpen del béisbol.
Chad Green es un relevo largo fantástico con un radio de ponches por nueve entradas (K/9) de 13.43. Y en teoría él es el primer relevo
(quita y sexta entradas). Viene entonces David Robertson con la misma tónica (13.11) para atender la séptima entrada. La octava sería misión de Dellin Betances (15.08) y el cierre es tarea para Aroldis Chapman (12.34). Tommy Kahnle (12.15) y Chasen Shreve (11.51) deben esperar su oportunidad.
A los puros batazos esperan ver ganar en Nueva York a unos Yankees que quieren sumar 100 victorias para no dejar nada al azar frente a lo que traiga Boston, su enemigo de siempre.
Volver a la postemporada no basta, esta vez los Yankees todo.. están hechos para ganarlo