Un plan para la salvación
Jorge Sampaoli hace el recuento de los daños para levantar a la selección de Argentina
Detrás de la explosión, Jorge Sampaoli se propuso no dejarse llevar por la onda expansiva. Y por eso camino a Rusia no habrá convocatorias sorprendentes ni jugadores condenados al destierro.
El técnico no hundirá el bisturí. Navega entre su convicción y algo de resignación: siente que no hay más. Por eso, aceptada la lección de España y transitadas las primeras horas de amargura, Sampaoli ya piensa en lo que vendrá.
Sampaoli había anticipado que le faltaba definir el 20% de la lista. Salió de Buenos Aires con 17 apellidos afirmados, después de la victoria con Italia sintió que podía trepar hasta 20 y regresó a Ezeiza nuevamente con entre 15 y 17 casilleros ocupados.
¿Quién se ganó un lugar? Lanzini, definitivamente el gran vencedor. ¿Quién salió más perjudicado? Rojo porque el entrenador constató que su nivel no le alcanza para jugar en la elite internacional.
Según fuentes cercanas al cuerpo técnico, a las que accedió El Diario NY, los próximos pasos pueden concentrase en las siguientes medidas:
La base del plantel no sufrirá recortes. Estos son sus jugadores porque no encuentra mejores. Los históricos, como Messi, Mascherano, Biglia, Di María, Agüero, Banega, Romero e Higuaín. Sí, Higuaín, que no lo convence totalmente, pero estará en Rusia. Los intermedios, como Otamendi, Mercado, Guzmán y Salvio. Y los nuevos, como Acuña, Lanzini, Lo Celso y Tagliafico. Bustos -el lateral derecho es la posición más endeble-, Pavón, Caballero y Rojo estarán bajo un seguimiento especial. Icardi, Kranevitter, Ascacibar o Pezzella no figuran en la carpeta del técnico
2.- Mantendrá la línea de 4. Los seis azotes en el Wanda Metropolitano no cambiarán la idea de defenderse con cuatro jugadores. Aunque, vale repetirlo, no es el dibujo favorito de Sampaoli, que prefiere la línea de 3.
¿Entonces? Siente que la construcción del juego que busca, con un “protagonismo desmedido”, demanda una cancha ancha y profunda, con la imprescindible intervención de los laterales. Además, y claro que no es un detalle menor, Messi los quiere y necesita para que cumplan tareas de distracción, para que desborden y él pueda pueda cerrarse a posiciones interiores.
3.- No llamará a un psicólogo. “Los primeros 20 minutos del segundo tiempo fueron decepcionantes e inexplicables”, le confió a El Diario NY un allegado al cuerpo técnico.
A Sampaoli lo alarma la fragilidad emocional del grupo ante la adversidad. ¿Ejemplo 1? Higuaín falla y se trauma. ¿Ejemplo 2? Nigeria le marcó tres tantos en 19 minutos, y España, cuatro, en 22 minutos.
4.- Basta de Biglia-Mascherano. Fue un mal ensayo que Sampaoli no repetirá. Se equivocó. El titular, a 77 días del Mundial, es Biglia y Mascherano será su suplente. “Mascherano no está [para jugar]., pero debe estar”, resumió alguien del círculo íntimo. Irá al Mundial por lo que representa y por su ascendiente en el grupo.
5.- Siempre al ataque. La atracción ofensiva no la ne-