El ‘Brittany Maynard Latino’
Miguel Carrasquillo, un chef de 35 años exresidente de Nueva York, fue diagnosticado en 2012 con el mismo tipo de cáncer cerebral incurable que sufría Brittany Maynard, la joven estadounidense de 29 años quien acaparó la atención internacional y causó gran polémica en 2014 cuando, mediante una campaña viral, hizo pública su decisión de quitarse la vida con la ayuda de un médico, tras ser diagnosticada con un gliobastoma multiforme, un tumor cerebral agresivo y mortal.
Antes de morir, Miguel abogó valientemente por leyes que le dieran a él y a otros pacientes terminales, especialmente los latinos, la misma opción que tuvo Maynard. Por ello, el joven boricua, quien se refería a él mismo como el “Brittany Maynard Latino”, grabó sendos videos en inglés y español, a nombre de Compassion & Choices, convirtiéndose en el primer hispano en instar públicamente a los legisladores a nivel nacional a aprobar leyes para que permitieran que las personas con enfermedades terminales tuvieran la opción de recibir asistencia médica para morir.
A pesar de soportar los tratamientos agonizantes y dolorosos para tratar de curarse, el cáncer cerebral se le esparció al hígado, el estómago, los testículos y otros órganos vitales. En 2015 los médicos estimaron que Miguelito, como muchos lo llamaban, tenía alrededor de un año de vida.
Pero a diferencia de Brittany, quien pudo mudarse a otro estado para poder morir en paz legalmente, Miguel no pudo trasladarse a un lugar donde existieran ese tipo de leyes y falleció el 5 de junio en su natal Puerto Rico, justo unos días antes de que entrara en vigor en California la ley End of Life Option Act (Opción al Final de la Vida), y sin la ayuda médica por la que tanto luchó.
“Yo no tengo los recursos económicos que tuvo Brittany para moverse a un estado como California”, dijo Miguel en uno de los videos. “Tengo que vivir y morir con este dolor espantoso, con convulsiones y choques eléctricos”.
Tras su trágico deceso, su madre –Nilsa Centeno- siguió con su lucha porque se aprueben leyes que ayuden a pacientes con enfermedades terminales a morir dignamente, en paz y sin sufrimiento.
“Yo me siento sola y ese vacío no lo llena nadie, pero estoy contenta porque él ya no sufre. Y eso es lo que queremos lograr para todos aquellos pacientes de cáncer terminal o cualquier otro tipo de enfermedad, que no sufran como lo hizo mi hijo”, dijo Centeno, en una conversación telefónica con este rotativo, meses después del fallecimiento de Miguelito.O