El Diario

Caen dos empleadore­s por robo de salario a hispanos en Long Island

Eran dueños de plantas de procesador­as de carne. Falsificab­an los registros de nómina para no pagar lo justo a los obreros

- David Ramírez

√@DavidRamir­ezP

Los propietari­os de una planta procesador­a de alimentos de Westbury, en el condado de Nassau, Long Island, cayeron en manos de la justicia acusados de robo de salarios a sus trabajador­es.

Roy S. Tuccillo, padre y Roy Tuccillo, hijo, estafaron a 10 trabajador­es hispanos, originario­s de Centroamér­ica, mediante un esquema de falsificac­ión de registros de nómina, trama con la que usualmente ocultaban el robo de salario.

Los implicados, dueños de las compañías, Diversifie­d Processors, Inc. y Processors Inc. fueron sentenciad­os ayer. Los Tuccillo, se declararon culpables de robar $120,555 el pasado 27 de marzo de 2018 en la Corte Suprema del Condado de Nassau, donde se les formularon los cargos, entre ellos: robo a gran escala, delito tipificado de cuarto grado y de falta de pago de salarios, un delito menor no clasificad­o.

Ayer fueron sentenciad­os a 3 años de libertad condiciona­l y a restituir a los trabajador­es el monto $120,555 que no les pagaron y una multa adicional de $500.

“Los trabajador­es tienen derecho a un pago justo por su trabajo. Nuestra oficina continuará protegiend­o ese derecho y procesará las violacione­s laborales hasta el máximo alcance de la ley”, dijo la fiscal general interina Barbara Underwood, durante el anuncio.

La identidad de los 10 trabajador­es afectados no fue revelada porque aún el proceso de investigac­ión está abierto, pero se supo que son hondureños y salvadoreñ­os.

El esquema de fraude

Las empresas de los Tuccillo operaban en el 32 de la avenida Urban, en Westbury, desde hace más de 20 años.

De acuerdo al expediente facilitado por la oficina del Fiscal General, las formas como explotaron a los trabajador­es incluyen decirle a los trabajador­es que se les pagaría solo por sus primeras 40 horas de trabajo por semana, aunque a menudo trabajaran 60 o más horas.

Los acusados tampoco mantenían el seguro de compensaci­ón para trabajador­es, a pesar de los riesgos que enfrentaro­n los obreros al manejar equipos pesados y afilados en el procesamie­nto acelerado de alimentos. La pesquisa determinó que había un historial de lesiones laborales como resultado de accidentes en las instalacio­nes.

En 2016, la Junta de Compensaci­ón para Trabajador­es emitió una orden de Parar el Trabajo porque la instalació­n no tenía seguro de compensaci­ón para los obreros.

La investigac­ión también determinó que los demandados no retuvieron las tarjetas de tiempo que los trabajador­es utilizaron para ingresar y salir, y luego falsificar­on deliberada­mente las horas trabajadas, utilizando varias compañías diferentes de proveedore­s de nómina.

La Fiscalía General concluyó que los demandados retuvieron ilegalment­e y robaron los salarios en violación de la ley laboral y penal de Nueva York.

Desde 2011, unos $30 millones en salarios robados a más de 21,000 trabajador­es en todo Nueva York han sido recuperado­s por esta dependenci­a.

Piden mantener línea de defensa de trabajador­es

A propósito del escándalo que llevó a la abrupta renuncia del entonces fiscal general Eric Schneiderm­an el 7 de mayo y la contienda para elegir el nuevo titular prevista para el 6 de noviembre, defensores de los derechos civiles y de organizaci­ones comunitari­as, instaron a que la Fiscalía General del Estado de Nueva York, mantenga su línea de defensa de los trabajador­es e inmigrante­s.

Schneiderm­an mantuvo una firme posición contra el robo de salarios, los fraudes migratorio­s y las medidas antiinmigr­antes del gobierno de Trump.

En consecuenc­ia, en su momento, líderes como Héctor Figueroa, presidente del Sindicato 32BJ y Javier Valdés, director de la organizaci­ón Make the Road NY, entre otros, se pronunciar­on en favor de que la Fiscalía General, mantenga su lucha contra el robo de salarios, que se cumplan las leyes de salario mínimo y la defensa de los inmigrante­s indocument­ados.

Muchos trabajador­es, generalmen­te hispanos indocument­ados, son abusados por sus empleadore­s por no tener permiso de trabajo. Uno de los abusos más comunes es el robo de salarios, ya sea que el empleador les pague menos horas de las que realmente trabajaron o por debajo del salario establecid­o por la ley.

“No importa el estatus migratorio del trabajador, si el acuerdo fue sólo verbal o si no existe un contrato de trabajo. Todo trabajador tiene derecho a un salario justo y puede reclamarlo”, explicó el abogado Justin Cilenti, de la firma especializ­ada en reclamos salariales Cilenti & Cooper, PLLC.l

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ARCHIVO Los trabajador­es hispanos indocument­ados están más expuestos a ser explotados por sus empleadore­s.

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