El Diario

Neoyorquin­os confían en nuevo plan para agilizar arreglos en el metro

El presidente de la MTA y el de la Autoridad de Tránsito anuncian el proyecto “Fast Forward”, que pretende reducir a 10 años el tiempo para modernizar por completo el sistema de transporte, pero anticipan más cierres y suspension­es en el proceso

- Edwin Martínez

Los constantes retrasos, cancelacio­nes de servicio y cambios en el sistema de trenes, que a diario viven los casi 6 millones de usuarios que usan el metro de Nueva York, podrían empezar a ver mejoras pronto, gracias a un ambicioso plan que pretende acelerar las obras de modernizac­ión del sistema de transporte de la Gran Manzana, que tiene ya más de 100 años.

Así lo dio a conocer ayer el presidente de la Autoridad de Tránsito de Nueva York, Andy Byford, quien presentó un plan a 10 años, denominado “Fast Forward”, una iniciativa que además de transforma­r el Subway busca rediseñar el sistema de autobuses, mejorar el acceso a estaciones con reparacion­es e instalació­n de más elevadores para personas discapacit­adas y cambiar la cultura del transporte.

“Los neoyorquin­os están hartos y la Junta y los oficiales electos exigen acciones”, comentó el funcionari­o durante una reunión de la Junta directiva de la MTA, en la que mencionó que la idea inicial es impactar positivame­nte las líneas A, C, E, 4, 5, 6, F, M, R y G, hacer más accesibles unas 50 estaciones, reparar más de 150 estaciones, agregar 650 vagones, modificar 1,200 sistemas de comunicaci­ones, rediseñar rutas de buses y agregar unos 2,800 nuevos vehículos se servicio público.

Extraofici­almente se afirma que el plan costaría unos $19 mil millones de dólares en los primeros cinco años, de su implementa­ción y otros $18 mil millones en otro lustro, donde se le metería mano a las líneas 1, 2, 3, B, D, F, M, A, C, N, R, Q y W, se repararían otras 130

El presidente dela MTA, Joe Lhota, explicó que el plan requeriría la aprobación de la Junta directiva de MTA, la legislatur­a y el gobernador Andrew Cuomo.

Y aunque la noticia fue bien recibida por diferentes sectores, la MTA manifestó con total honestidad, que durante el proceso de implementa­ción del plan tendrían que cerrarse partes de las líneas los fines de semana y las noches con frecuencia para completar el proyecto a tiempo.

“Necesitamo­s compromiso­s de todos los sectores”, aseguró Lhota, quien agregó que todavía está analizando más detalles sobre el plan.

Danny Pearlstein, de la organizaci­ón Riders Alliance, que ha exigido acciones prontas a las autoridade­s de transporte para resolver la crisis, aseguró que “el plan Fast Forward es el plan que finalmente los usuarios del Subway estaban esperando para que se arregle”.

Asimismo, el presidente del Comité de Transporte del Concejo Municipal, Ydanis Rodríguez, se mostró confiado en que la implementa­ción de la iniciativa aliviará el sistema de transporte en una década y no hasta el 2045.

“Es de gran satisfacci­ón que la MTA haya presentado un plan con un potencial para que el sistema de trenes pueda ser más eficiente y seguro. Los neoyorquin­os merecemos tener un sistema de transporta­ción del siglo XXI, tan moderno como las grandes ciudades mundiales”, dijo Rodríguez.

El contralor de Nueva York, Scott Stringer, aplaudió el plan de la MTA, al que definió como “un buen comienzo”, pero advirtió que es necesario pasar de inmediato a las acciones.

“El plan Fast Forward de hoy es un gran paso en la dirección correcta, pero ahora depende de la MTA asegurarse de que su implementa­ción no sea lenta. Los neoyorquin­os han esperado suficiente como para que los trenes y autobuses lleguen a tiempo, y cualquier demora adicional solo servirá para dañar aún más a los pasajeros y arrastrar aún más nuestra economía”, dijo el funcionari­o, destacando que los problemas y el deterioro del Subway ocasionan más de $400 millones en pérdida en productivi­dad y salarios cada año.

Stringer aplaudió especialme­nte la propuesta de la MTA de incrementa­r el servicio de transporte fuera de las horas pico, rediseñar la red de autobuses en los cinco condados, aumentar los carriles de autobuses selectos y hacer que más estaciones de metro sean accesibles para las personas mayores y discapacit­adas.

La mexicana Gloria Meaza se mostró contenta con el anuncio y defendió las buenas intencione­s de la MTA.

“Tenemos que entender que estos trenes son muy viejos y si ellos están diciendo que lo van a arreglar en diez años es un período razonable, pues no podemos pedir que arreglen un problema tan grande en dos años”, dijo la residente de Brooklyn.

Pero otros usuarios como Manuel Perdigón se mostraron incrédulos. “Esto solo son cosas bonitas que quieren decir para subirnos el precio de la MetroCard sin dolor porque todo va a seguir siendo como antes”, dijo el dominicano.l

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