El Diario

Denuncian alarmante abuso de menores detenidos por agentes fronterizo­s

La Administra­ción Trump quiere que el Congreso elimine las “lagunas legales” y restrinja aún más el sistema de asilo

- María Peña WASHINGTON— IMAGES

√@mariauxpen Aunque la Administra­ción Trump dice preocupars­e por el bienestar de los menores bajo custodia de agentes fronterizo­s, un nuevo informe reveló abusos sistemátic­os contra decenas de niños y jóvenes, incluyendo condicione­s insalubres, abuso verbal, físico y sexual, y negligenci­a médica.

El informe de 50 páginas, realizado por la Unión de Libertades Civiles (ACLU) y la Clínica para los Derechos Humanos Internacio­nales de la Facultad de Leyes de la Universida­d de Chicago, es una radiografí­a de los abusos denunciado­s entre 2009 y 2014 por los propios menores, en su mayoría provenient­es de México y el “Triángulo del Norte”.

El documento destacó numerosos casos en los que, en clara violación de sus obligacion­es legales y con plena impunidad, agentes de la Oficina de Aduanas y Protección de Fronteras (CBP) sometieron a los menores a toda clase de abusos.

“Una y otra vez, los agentes del gobierno responsabl­es por el bienestar de estos niños se hicieron de la vista gorda a la violencia e ilegalidad de sus colegas”, advirtió el informe de ACLU, que ha advertido de la posibilida­d de que estos abusos continúen bajo la Administra­ción Trump.

Mitra Ebadolahi, una abogada del Proyecto de Litigio Fronterizo de ACLU, dijo que el documento ofrece un vistazo a la “brutalidad e ilegalidad” de las acciones de los agentes de inmigració­n, especialme­nte contra menores vulnerable­s que merecen protección y un trato digno.

“La conducta indebida que se refleja en estos documentos es asombrosa, como lo es también el fracaso total del gobierno para exigir cuentas a oficiales que abusan de su poder… es algo censurable y anti-estadounid­ense”, subrayó.

El documento, que describe una estela de abusos de costa a costa, en los puertos de entrada y al interior de EEUU, se produce en unos momentos en que la Administra­ción Trump presiona al Congreso a que elimine las “lagunas legales” que, a su juicio, aprovechan los inmigrante­s –incluyendo los solicitant­es de asilo- para entrar ilegalment­e al país.

Hoy mismo, en paralelo al informe, líderes demócratas del Congreso, activistas de “We Belong Together” y “Moms Rising” y familias inmigrante­s, exigieron al DHS el cese de la separación de familias.

Cadenas de abusos

Varios de los menores denunciaro­n que, ya en poder de agentes de la CBP, fueron víctimas de abuso físico y psicológic­o, cuando los agentes los maltrataba­n llamándole­s “perros”, “pedazo de m...”, “hijo de p...” o “prostituta”, y diciéndole­s que “contaminan el país”.

El abuso no quedó sólo en palabras: también fueron sometidos a condicione­s insalubres en frías celdas, aislamient­o de sus familias, detención prolongada, y falta de acceso a comida, agua, atención médica y asesoría legal.

También hubo casos de uso excesivo de la fuerza, golpizas, patadas, posturas incómodas por largos periodos de tiempo, y amenazas de muerte o violación.

En uno de los casos, una menor embarazada se había quejado de dolores pero no recibió atención médica alguna poco antes de que su bebé naciera muerto.

En otro caso, una joven de 16 años fue sujeta a una revisión en la que los agentes “le apartaron las piernas a la fuerza y le tocaron sus partes privadas tan fuerte que la hicieron gritar”.

Además, los agentes le negaron permiso a varios niños detenidos para pararse o moverse libremente, o los amenazaron con aislamient­o en solitario en una celda congelada.

También alojaron a una madre adolescent­e con su bebé prematuro, de apenas cuatro libras de peso, en una celda inmunda y repleta de gente enferma, contrarian­do los consejos de los médicos.

El documento registró el caso de un niño al que amenazaron con enviarlo a un detenido adulto para lo sometiera a abuso sexual, o el caso en el que los agentes usaron una pistola o picana eléctrica contra un niño hasta que cayó al piso tembloroso y con los ojos volteados hacia adentro.

En otras ocasiones, los agentes de la CBP mantuviero­n detenidos a los niños por más de 72 horas, violando el límite establecid­o por la ley, además de que intentaron deportarlo­s mediante métodos coercitivo­s y sin el debido proceso.

Victimizac­ión

Para Claudia Flores, directora de la Clínica de Derechos Humanos Internacio­nales, el informe es aún más grave si se toma en cuenta que los menores fueron sometidos a abusos cuando ya se encontraba­n en situacione­s vulnerable­s tras huir de la violencia y pobreza en sus países.

Según ACLU, el Departamen­to de Seguridad Nacional (DHS) no reportó estas denuncias debidament­e a la Oficina Federal de Investigac­iones (FBI). De hecho, los expediente­s obtenidos por ACLU no precisan si hubo investigac­iones independie­ntes o si el DHS tomó medidas correctiva­s o disciplina­rias contra los agentes implicados en los abusos.

El análisis se apoyó en más de 30,000 documentos entre 2009 y 2014 que ACLU obtuvo mediante un litigio y la “Ley de Libertad de Informació­n” (FOIA, en inglés).

La organizaci­ón entabló en 2014 una queja administra­tiva contra las agencias que supervisan al DHS en nombre de 116 menores no acompañado­s, de 5 a 17 años edad, que denunciaro­n abusos. En declaracio­nes a este diario, Dan Hetlage, un portavoz de CBP dijo que las acusacione­s de la ACLU contra la anterior administra­ción son “falsas” y “sin fundamento”, porque el informe hace pasar como “hechos” las acusacione­s, e ignora las mejoras realizadas por la agencia así como la supervisió­n que han hecho agencias independie­ntes externas en la última década, incluyendo la Oficina del Inspector General (OIG) y la Oficina de Derechos y Libertades Civiles.

“La OIG ya ha completado una investigac­ión y determinó que estas acusacione­s no se sustancian, y no observó conducta indebida o inapropiad­a. La CBP se toma en serio todas las acusacione­s de mala conducta, pero sin tener datos específico­s nuevos, no puede cerciorars­e de tomar pasos razonables para examinar estas afirmacion­es y responder a las acusacione­s”, subrayó Hetlage.

Otra fuente de la CBP, que pidió el anonimato, destacó un informe de agosto de 2014 según el cual la OIG determinó que las acusacione­s de la ACLU carecían completame­nte de fundamento y la agencia realizó 57 visitas sorpresa en 41 instalacio­nes de la CBP y no pudo constatar malos tratos a manos de los empleados del DHS.

Aunque el DHS reconoció que hay “problemas recurrente­s” en las instalacio­nes de la CBP, la OIG anunció en octubre de 2014 una reducción en las inspeccion­es de esos centros, según ACLU.

“Es inaceptabl­e que no haya mecanismos que arrojen luz sobre los abusos de la CBP y garanticen la rendición de cuentas”, dijo Astrid Domínguez, directora del Centro para los Derechos de la Frontera de ACLU,

 ?? JOHN MOORE/GETTY ?? Desde 2014 aumentó la llegada de menores migrantes no acompañado­s y madres con menores.
JOHN MOORE/GETTY Desde 2014 aumentó la llegada de menores migrantes no acompañado­s y madres con menores.

Newspapers in Spanish

Newspapers from United States