Inmigrantes legales podrían quedarse sin salud
Muchos que tienen visas o ‘green cards’ dejarían de buscar beneficios médicos por miedo a represalias de la administración Trump
La administración Trump está considerando un cambio de política que podría desalentar a inmigrantes que aplican para obtener la residencia permanente de utilizar servicios de salud respaldados por el gobierno, un escenario que es alarmante para algunos médicos, hospitales y defensores de pacientes.
Según un borrador del plan, publicado por The Washington Post, un inmigrante legal podría tener problemas para obtener la residencia permanente (green card) si usa, o ha usado en el pasado reciente, Medicaid, CHIP, WIC, cupones de alimentos, subsidios para pagar un plan médico del Obamacare, y otros beneficios no monetarios que otorga el gobierno. Incluso si un niño que es ciudadano recibe beneficios, eso podría poner en riesgo las posibilidades de un padre de obtener una residencia legal, según el documento.
Los defensores de salud dicen que esta norma generaría miedo en un grupo amplio de inmigrantes, que podrían optar por no usar cobertura de salud respaldada por el gobierno, algo que, aseguran, crearía problemas de salud pública que podrían ser terribles. Alrededor de 3 millones de personas recibieron la residencia permanente de 2014 a 2016, según registros del gobierno. Los inmigrantes con visas o aquellos que pueden no tener un estatus legal, pero planean buscar la ciudadanía o la green card a través de una relación familiar cercana, también se verían afectados.
“Estamos muy preocupados porque esta norma, si entra en vigencia, tendría un impacto significativo en la salud del país”, dijo Erin O’Malley, directora senior de política de America’s Essential Hospitals, entidad que discutió el plan con funcionarios de la administración Trump a mediados de abril.
O’Malley dijo que teme que algunas personas con visa, y sus familias, no hagan sus citas para atención médica de rutina, y solo recurran a las salas de emergencia. Este cambio “minaría la estabilidad de nuestros hospitales al generar pacientes más enfermos y costos de atención no compensados”, explicó O’Malley.
Por ejemplo, el cambio de política podría obligar a una madre a sopesar la necesidad de atención hospitalaria para un recién nacido enfermo contra la pérdida de su estatus migratorio legal, dijo Wendy Parmet, directora del Center for Health Policy and Law de la Northeastern University.
“En el borrador, la administración habla sobre la autosuficiencia”, dijo. “Pero no esperamos eso de [bebés]” que son ciudadanos de los Estados Unidos, porque nacieron en este país. “Es una norma extremadamente dura”.
Gabrielle Lessard, abogada de políticas en Los Ángeles, quien trabaja con el National Immigration Law Center, dijo que el borrador de la propuesta parece ser una “puerta trasera” para implementar el plan de inmigración de Trump, basado en el mérito, sin pasar por el Congreso.