Enseñanzas para vivir mejor con una enfermedad crónica
Consejos que ayudan a encarar con positivismo los síntomas y efectos
Vivir con una enfermedad crónica es todo un desafio, debido a que muy a menudo quienes la padecen experimentan fuerte sufrimiento físico que minimiza su calidad de vida y bienestar.
“Los pacientes no siempre saben cómo manejar su enfermedad o no tienen la fortaleza para abordarla. Además, sin la combinación correcta de apoyo, información y acceso a una buena atención médica, los pacientes pueden enfermarse más fácilmente”, dice la trabajadora social clínica Joanna Charnas, vinculada al Departamento de Salud Mental del Centro Médico Naval de San Diego, California.
Charnas conoce muy bien lo que es vivir con una enfermedad crónica y tener que encarar el dolor de la mejor manera. Su experiencia empezó a la edad de 19 años, cuando un día sin motivos ni razón se levantó con una debilidad física que durante 17 años fue todo un misterio médico hasta ser diagnosticada con el Síndrome de Fatiga Crónica (CFS).
“Somos valientes y fuertes, incluso en nuestro peor día, simplemente al rehusarnos a darnos por vencidos y continuar nuestros esfuerzos para tener una buena vida”, apunta la autora del libro “Living Well with Chronic Illness” (‘Vivir bien con una enfermedad crónica’), que recientemente publicó un segundo bajo el título de “100 Tips and Tools for Managing Chronic Illness” (‘100 consejos y herramientas para manejar una enfermedad crónica’).
En su nueva publicación, Charnas comparte experiencias personales que proporcionan orientación, consejos y técnicas efectivas que pueden ayudar al bienestar de cualquier persona que padezca una enfermedad incurable.
Tras lo que ha vivido como paciente de CFS, Joanna Charnas ofrece los siguientes tips que, a nivel personal, le han servido para vivir con optimismo y lograr una mejor calidad de vida. La actitud con la que se encara una enfermedad afecta todos los aspectos de ésta.
“Si los pacientes están atrapados en la negatividad, les aconsejo que trabajen duro para desarrollar una actitud neutral o positiva, incluso cuando se enfrentan al dolor y sufrimiento. Esto es un objetivo alcanzable, pero requiere compromiso y determinación”, dice la trabajadora social clínica.
El enfocarse siempre en las cosas y los pensamientos positivos es una de las técnicas para desarrollar una actitud positiva hacia la vida y los efectos dolorosos de una enfermedad crónica. Es vital educarse sobre la enfermedad a partir del momento que se recibe el diagnóstico. “El conocimiento sobre nuestra enfermedad fortalece y nos hace consumidores confiables de la atención médica”, dice Charnas.