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El doctor Gary Belkin, subcomisionado ejecutivo del Departamento de Salud de la Ciudad de Nueva York, también se refirió a los esfuerzos que se realizan en la Gran Manzana para detener la epidemia de suicidios entre la chicas latinas.
En este sentido destacó el programa ‘Mental Health Service Corps’, que forma parte de la iniciativa general ‘ThriveNYC’, mediante el cual se coloca a personal clínico, que se encuentre en sus primeros años de carrera (psicólogos, trabajadores sociales, consejeros de salud mental, etc.), en los vecindarios más necesitados.
“Hemos contratado entre 300 a 400 profesionales que irán a esos vecindarios, principalmente a prácticas de atención médica primaria y pediátricas, para que se integren con esas comunidades y que llene sus necesidades, incluyendo el hablar su mismo idioma”, informó el doctor Belkin.
Ayuda en las escuelas
Otra iniciativa mencionada por la doctora Sullivan es la conocida como ‘Mental Meath Education Act’, la cual requeriría que se ofrezca educación sobre salud mental en todas las escuelas del estado de Nueva York.
“La influencia que la escuela tiene en los niños es tremenda. Yo he hablado con maestros y directores sobre esto, y están emocionados porque esto puede transformar las escuelas en una cultura de bienestar social y emocional”, dijo Sullivan.
En la Gran Manzana también existe un programa llamado ‘100 Schools Project’, mediante el cual consejeros expertos en comportamiento proveen entrenamiento y capacidad para los empleados de la escuela para que reconozcan síntomas emocionales y otros problemas de salud mental.
“Tenemos otro programa llamado ‘Special Response Team’, de personal que responde a las escuelas donde ocurran situaciones problemáticas o un evento agudo de salud mental como un suicidio”, dijo el doctor Belkin.
“La evidencia nos ha demostrado que mucho del trabajo de prevención y el camino hacia el tratamientos está en manos de los maestros y de los empleados de las escuelas, quienes pueden desarrollar destrezas y habilidades que son cruciales”, agregó el funcionario.
Los expertos sugieren a los padres, maestros y otros miembros de la comunidad estar pendientes a síntomas emocionales como estrés, nerviosismo, ansiedad, depr esión, tristeza y desesperanza entre las adolescentes.