Trump firma orden ejecutiva para anular política de separación de familias
El mandatario afirmó, sin embargo, que mantiene sus acciones de ‘tolerancia cero’
√@mariauxpen Tras una ola de protestas y de condena internacional a la separación de familias, el presidente Donald Trump firmó ayer una orden ejecutiva que de inmediato anula esa política, aunque pidió nuevamente “mano dura” contra la inmigración ilegal, y una modificación del “Acuerdo Flores”.
La inédita política de separación de familias, que desde mediados de abril pasado y en tan solo seis semanas arrancó a más de 2,000 niños de los brazos de sus padres, generó la repulsa internacional y de grupos de la sociedad civil en EEUU, y profundizó las fisuras dentro del Partido Republicano sobre cómo resolver la crisis en la frontera.
Al firmar la orden ejecutiva en el Despacho Oval, antes de emprender viaje a Minnesota, Trump dejó en claro que mantiene en pie su política de “tolerancia cero” contra la inmigración ilegal en la frontera sur.
“Vamos a tener fronteras fuertes, muy fuertes, pero vamos a mantener las familias juntas”, dijo Trump a los periodistas reunidos en el salón, al señalar que “no le gustó” la idea o la sensación de las familias separadas.
“Estamos manteniendo las familias juntas, y esto resolverá ese problema… tenemos tolerancia cero para gente que entra a nuestros país ilegalmente”, subrayó Trump, flanqueado por el vicepresidente, Mike Pence, y la secretaria de Seguridad Nacional, Kirstjen Nielsen.
En resumen, la orden ejecutiva permite el encierro de familias enteras mientras prosigue su caso en los tribunales criminales o de Inmigración; autoriza el uso de instalaciones militares para alojar a las familias si es necesario, y pide al tribunal de la jueza Dolly Gee, en California, modificar el Acuerdo Flores para dar vía a la detención prolongada de familias.
El Acuerdo Flores, suscrito en 1997, prohíbe la detención de niños por más de 20 días aunque estén con sus familias. Sin embargo, la Administración insiste en que es una de las “lagunas” que aprovechan los migrantes para cruzar ilegalmente la frontera.
La orden de Trump permitiría la separación de familias “si hay una preocupación de que la detención del niño extranjero supondría un riesgo para su bienestar”.
También pide que el Departamento de Justicia, del que dependen los tribunales de Inmigración, dé prioridad a la adjudicación de casos de las familias detenidas.
Es, por lo demás, una reiteración de los objetivos de la Administración Trump y sus asesores de “línea dura”, que experimentaron con una medida policial para desalentar la emigración ilegal desde Centroamérica.
A menos que el Congreso haga algo diametralmente distinto, Trump conseguirá con este documento buena parte de lo que no ha podido mediante la vía legislativa.
Al unísono, los activistas denunciaron el aparente cinismo de la Administración que, por presiones de asesores como el ultraconservador Stephen Miller y el fiscal general, Jeff Sessions, adoptó una política sin precedentes para luego culpar a los demócratas de la crisis actual.
Sessions anunció la política de separación de familias y de enjuiciamiento de quienes cruzaron ilegalmente la frontera en abril y mayo pasados.
Pedirán detención prolongada
Durante una conferencia telefónica con periodistas, Gene Hamilton, asesor de Sessions, dijo que el Departamento de Justicia solicitará a la jueza Gee que actúe con celeridad para modificar el “Acuerdo Flores” y permitir la detención de familias juntas “más allá de 20 días”, porque el proceso de adjudicación de casos suele demorar más tiempo.
“El Congreso puede arreglar esto mañana... eliminando esos resquicios”, dijo Hamilton.
Trump apoya las dos medidas que someterá a votación hoy la Cámara de Representantes, enfatizó Hamilton, quien no precisó qué pasará con los 2,342 niños que ya han sido separados.
En declaraciones a este diario, una fuente de la Casa Blanca, que pidió el anonimato, enfatizó que, de inmediato, las familias que piden asilo deben hacerlo legalmente por los 26 puertos de entrada al país y no serán separadas.
La idea de modificar el “Acuerdo Flores” es que “los niños puedan permanecer con sus padres durante más de 20 días si su procesamiento requiere más tiempo”.