La Marsellesa desde el banquillo contrario
Henry quiere evitar el reencuentro de su país con la gloria del fútbol
De pronto la vida sitúa a uno en situaciones impensables y en disyuntivas difíciles de digerir, en posiciones incómodas en las que cualquier mueca de buena fe puede llegar a ser hasta mal vista.
El trayecto de Rusia 2018 ha instalado en medio del cruce hacia la final a Thierry Henry. Un referente del fútbol francés, campeón del Mundo con los “Bleus” pero que ahora trabaja para la competencia. Es asistente del español Roberto Martínez.
Seguramente no manejaba esta situación “Titi” cuando en agosto de hace dos años Martínez le sedujo para acompañarle en la aventura belga. Henry dejó Londres, al filial del Arsenal y se situó a un lado del preparador español para encauzar el destino de una de las generaciones más talentosas de Bélgica.
“Henry en un gran aporte. Llevo 12 años trabajando con mi grupo de trabajo y la metodología está clara. Henry nos da la experiencia internacional. El hecho de saber lo que es ganar un Mundial como exjugador de élite que fue. Pero además es técnico, mejora a los jugadores y es la pieza que necesitamos”, subrayó Martínez.
El equipo nacional suele acentuar la identidad a la tierra y el amor a un país. No parece haber división entre la razón y el corazón, una cuestión que debe resolver el exjugador francés. Henry, que vistió en 125 ocasiones la camiseta azul, con la que anotó 51 goles.
Y es que a lo largo de dos años Henry se ha volcado en rentabilizar el talento de los Diablos Rojos, de asesorar y sugerir por el bien del fútbol belga, en busca de un obje- tivo como el que tiene entre manos en Rusia. Y ahora que está al alcance tendrá que ser a costa de Francia.
“Titi estará al otro lado cuando suene La Marsellesa. Y un buen amigo en el banquillo rival, Didier Deschamps con el que compartió durante años y con el que obtuvo el mayor éxito de Francia, el título mundial de 1998.
“Esto sucede a veces”, dijo Deschamps sobre la situación de Henry. “Es una situación difícil porque se va a enfrentar a su país. Pero desde el momento que se comprometió con Bélgica sabía que esto podía pasar”.
Y es que no es cualquier cosa Henry para Francia. Este tipo dio todo por esa camiseta. Incluso marcar un gol con la mano, a la desesperada, en la repesca de la clasificación para Sudáfrica 2010.
“Será raro verle con la selección de Bélgica, pero es su carrera y fue su elección”, opinó el portero Hugo Lloris.
La explosión definitiva del fútbol belga pasa por evitar el reencuentro con la gloria de Francia. Con Thierry Henry en medio.