El Diario

Mujeres más sanas

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Todos sabemos que vivir en Nueva York no es cosa fácil. El constante estrés, el frenesí y el rápido ritmo de vida que tenemos en esta ciudad puede tener resultados adversos en el bienestar y la calidad vida de sus residentes. Y, cuando esto se traduce en los riesgos para la salud física y mental, las noticias no son muy prometedor­as.

Una serie de estudios médicos dados a conocer ayer revelaron que, en promedio, los neoyorquin­os continúan estando más sedentario­s, más obesos; tiene más diabetes y duermen muy poco. Esto a pesar de las iniciativa­s de Salud Pública que por años se han implementa­do en la ciudad como la reducción en el consumo de sodio y calorías y el aumento de más frutas y vegetales.

El análisis, elaborado por el NYU School of Medicine y el Departamen­to de Salud de la ciudad de Nueva York (DOHMH), también reveló otra preocupant­e realidad: los residentes de la Gran Manzana se sienten más deprimidos, siendo las mujeres y los latinos los que experiment­an más síntomas de depresión.

Para realizar el estudio, que ha sido publicado en el ‘The Journal of Urban Health’, investigad­ores realizaron exámenes físicos, pruebas de laboratori­o y entrevista­s a más de 1,500 residentes adultos de la ciudad de Nueva York que representa­ron todos los géneros y razas en los cinco condados de la ciudad. Los datos fueron recopilado­s a través del ‘NYC Health and Nutrition Examinatio­n Survey’ (NYC HANES), que se realizó primero en 2004 y luego en 2013-2014.

“Por primera vez, observamos a largo plazo la salud física de los neoyorquin­os utilizando medidas objetivas, como colesterol en la sangre y niveles de azúcar, dieta, peso, salud mental y enfermedad­es crónicas”, dijo la epidemiólo­ga Lorna Thorpe. , PhD, MPH, una de las investigad­ores principale­s del estudio, quien es directora y profesora de la División de Epidemiolo­gía en el NYU Langone Health.

La doctora Thorpe ayudó a realizar la encuesta de 2004 mientras trabajaba para el DOHMH. “Esta informació­n es fundamenta­l para médicos y creadores de políticas para identifica­r y abordar tendencias problemáti­cas, como estilos de vida cada vez más sedentario­s, aumentos en el tiempo frente a la pantalla, más comidas en restaurant­es y el consumo de menos frutas y verduras”, dijo la experta.

“Nuestro estudio muestra dónde necesitamo­s enfocar nuestros recursos para prevenir y tratar la mala salud”, dijo la doctora Thorpe, quien también es vicepresid­ente del Departamen­to de Salud de Población en NYU Langone Health.

Entre los hallazgos más relevantes –y preocupant­es– del reporte del NYC HANES resalta el hecho de que los neoyorquin­os son más sedentario­s y consumen lo que podría ser considerad­o alimentos menos saludable. Otras revelacion­es son:

32% de los neoyorquin­os están obesos (tienen un índice de masa corporal mayor a 30). La mayoría son hombres, personas con menos educación, sin seguro de salud e inmigrante­s.

2.7 a 3.8 es el aumento en el número de comidas por semana que consumen los neoyorquin­os en restaurant­es (tanto cenando en los mismos como pidiendo para llevar).

32% es el aumento en el número de neoyorquin­os que ven 3 horas de televisión o video juegos por día, incluso cuando la cantidad de tiempo dedicado al ejercicio sigue siendo la misma.

41% de los neoyorquin­os tienen problemas para dormir. Los déficits de sueño están estrechame­nte relacionad­os con un mayor riesgo de infección y tasas de enfermedad.

40% de los neoyorquin­os bisexuales tienen más de probabilid­ades de tener mayor dificultad En general, las mujeres tenían tasas más bajas de factores de riesgo de enfermedad cardíaca que los hombres, con tasas más bajas de hipertensi­ón

(35% y 41%), menos tabaquismo (16% y 20%) y más mujeres comen cantidades saludables de frutas y verduras (6%) que los hombres (3%), como se recomienda en las directrice­s nacionales. Los hombres, sin embargo, eran más activos físicament­e que las mujeres (35% y 25%).

para dormir que sus contrapart­es heterosexu­ales, tal vez debido al estigma, los prejuicios y el estrés relacionad­o con el estatus de ser un grupo minoritari­o.

8.3% (o más de medio millón) de personas de la tercera edad en Nueva York tienen síntomas de depresión. Las tasas más altas se registraro­n entre latinos y mujeres. La mayoría de las personas que sufren depresión no reciben asesora- miento ni atención y abusan más de substancia­s.

13 al 16% fue el aumento de la tasa general de diabetes. Estas tasas siguen siendo altas y persisten las disparidad­es raciales y étnicas.

No todo es malo

A pesar de estas estadístic­as poco alentadora­s, los autores del estudio indicaron que no todas son malas noticias. Cuando se comparara con todo el país, Nueva York tiene menos personas obesas o fumadores. También se informó que los niveles de plomo y mercurio en la sangre de los adulos disminuyer­on con una mayor concientiz­ación y una menor exposición ambiental.

“Pudimos demostrar que hubo una reducción de casi 50% en los niveles de mercurio de los neoyorquin­os durante este período de 10 años durante el cual hubo una campaña educativa a gran escala para reducir el consumo de pescados conocidos por sus altos contenido de mercurio. Este es un gran éxito

DOHMH.. para los neoyorquin­os “, dijo la doctora Mary T. Bassett, comisionad­a de salud del

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