Se les negó el gol
Francia jugará la final del Mundial de Rusia 2018 luego de superar a Bélgica 1-0 con un cabezazo del central Samuel Umtiti tras un saque de esquina, la sentencia de un conjunto galo que jugó sus cartas al contragolpe y frenó en seco el sueño de la generación dorada del fútbol belga.
La cabeza de Umtiti bien vale una final, la tercera de un Mundial para Francia, lograda con la receta práctica con la que ha conseguido avanzar en Rusia 2018: la del contragolpe, con un excelente Kylian Mbappé a la carrera y un inteligente Antoine Griezmann. Solo los fallos de Olivier Giroud les privaron de más goles.
La nueva hornada “Bleu” tendrá su segunda final consecutiva, tras la que perdieron en la Eurocopa 2016 ante Portugal, y la tercera de su país en la Copa del Mundo. La primera la ganaron en casa en 1998 a Brasil con su seleccionador Didier Deschamps
El balón fue desde el inicio belga. Por la izquierda, desde la que penetraba Hazard, llegaron las mejores ocasiones de los “Diablos Rojos”. Hazard superó en todo momento al joven lateral galo Benjamin Pavard y amenazó, primero con un disparo con la izquierda y luego con otro a la media vuelta con la derecha que despejó Raphael Varane a córner.
El acoso belga seguía: un cabezazo de Marouanne Fe- Espectacular y salvadora fue la desviada del portero francés Hugo Lloris al remate de Toby Alderweireld. llaini y un disparo de zurda de Toby Alderweireld con etiqueta de gol tras un rechace en un tiro de esquina... En ambas respondió el portero Hugo Lloris, salvador de su equipo en los primeros 25 minutos.
En otro pase de la muerte de Hazard desde la izquierda, fue Umtiti el que respondió al sacar la pelota de peligro con una Francia con el agua al cuello.
Sin haber llegado al gol, los belgas bajaron una marcha, y Francia comenzó a encontrar el contragolpe y las ocasiones.
Giroud tuvo dos, un remate de cabeza a centro de Pavard en una jugada ensayada, y un disparo flojo tras un pase de la muerte de Mbappé.
Tras el paso por vestuarios, la tónica siguió parecida, pero la posesión belga era menos peligrosa y los contragolpes franceses más afilados. Vincent Kompany evitó un remate a la media vuelta de Giroud, pero en el saque de esquina posterior, Umtiti se adelantó a Alderweireld y Fellaini para marcar de cabeza el 1-0.
El tanto acomodaba aún más a los de Didier Deschamps en su apuesta y a ello se unió que Mbappé destapó el tarro de las esencias: una carrera con pase para Matuidi