El Azteca vibró con el retorno celeste

El Estadio Azteca se reencontró con su “príncipe azul”. Pasaron 22 años para que el Coloso de Santa Úrsula volviera a gritar un gol de Cruz Azul como inquilino, pero el idilio entre ambos volvió a cobrar vida la noche del sábado.

Hasta las 5:30 pm locales el inmueble no lucía como si fuera a albergar el regreso de la Máquina. La gente se tomaba su tiempo para llegar al estadio y a muchos de ellos les costaba encontrar los túneles de acceso, quizá era menos enredado en el Estadio Azul.

Ya adentro, los aficionados no tardaron en conectarse con el equipo. Desde la intervención del sonido local para anunciar la alineación de los celestes ante el Puebla, la mayor parte de los asistentes ovacionaron cuando el pase de lista llegó con Jesús Corona, Rafael Baca, Edgar Méndez y Elías Hernández.

Pronto llegaron los halagos para el resto del equipo de Pedro Caixinha, así como los abucheos para el conjunto de la Franja, pero nada como la presión que ejercieron sobre el arquero Nicolás Vikonis, quien sacó de quicio a los seguidores celestes gracias a sus atajadas, pero sobre todo por ese colmillo que mostró para gastar tiempo.

Pasado el minuto 70 y con la resistencia poblana a tope, el ánimo de los azules se apagaba, pero el cabezazo de Andrés Rentería en el 81’ los despertó. De un momento a otro nadie extrañaba al Estadio Azul y tampoco al América, propietario del Azteca.

Martín Caraglio y Elías Hernández redondearon la fiesta con sus goles para el 3-0, y el Coloso, que se quedó cerca del lleno, se reenco ntró con un viejo conocido.