Restricciones
ciones sobre los derechos y el acceso al aborto.
Al mismo tiempo, el año pasado, 21 estados promulgaron 58 medidas destinadas a ampliar el acceso a la salud reproductiva de las mujeres.
Desde 2011, los estados han promulgado cerca de 1,200 restricciones separadas sobre el aborto, según el Guttmacher, lo que hace que este tipo de leyes sean mucho más comunes.
En estos momentos, cuatro -Louisiana, Mississippi, North Dakota y South Dakota- tienen lo que se conoce como “trigger laws” (“leyes de activación”) del aborto. Esas leyes, que fueron votadas mucho tiempo después que Roe Ya 19 estados adoptaron 63 nuevas restricciones sobre los derechos y el acceso al aborto. se promulgara, convertirían al aborto en ilegal en caso que la Corte Suprema decidiera que Roe ya no existe.
“Están diseñadas para que el aborto sea ilegal de inmediato”, apuntó Myrick.
Alrededor de una docena de estados aún cuentan con prohibiciones del aborto promulgadas antes de Roe.
Algunas han sido formalmente bloqueadas por los tribunales, pero no revocadas. Esas prohibiciones podrían, al menos en teoría, restablecerse, aunque “alguien tendría que ir a la corte y pedir que se revoque esa orden”, explicó Myrick.
Los estados podrían simplemente comenzar a aplicar otras prohibiciones que nunca fueron formalmente bloqueadas, como una en Alabama que somete a los proveedores de abortos a multas y hasta a un año de cárcel.
Al mismo tiempo, dijo Myrick, “hay 20 estados donde el aborto probablemente sería seguro y legal”.
El camino al Supremo
Ya hay varios retos importantes para las leyes estatales sobre el aborto en la vía judicial. Uno de ellos tendría que llegar a la Corte Suprema para permitir que una mayoría revoque Roe vs. Wade.
“No se trata de si, se trata de qué o cuándo”, dijo Sarah Lipton-Lubet, vicepresidenta de salud reproductiva y derechos de la National Partnership for Women and Families.
Casos se dividen en tres categorías principales:
La primera —y probablemente la que haría que la corte examine de manera amplia Roe vs. Wade— tiene que ver con las prohibiciones “gestacionales” que buscan restringir el aborto en un cierto momento del embarazo, explicó Lipton-Lubet.
Mississippi tiene una prohibición de 15 semanas que en estos momentos está siendo impugnada en una corte
federal. Louisiana promulgó una prohibición similar, pero entraría en vigor sólo si mantiene la ley de Mississippi. Iowa a principios de esta primavera aprobó una prohibición de seis semanas, aunque está siendo impugnada en un tribunal estatal, no federal, según la Constitución de Iowa.
La segunda categoría implica regulaciones sobre los proveedores de abortos.
Por ejemplo, un caso pendiente, es una ley de Arkansas que prohibiría los abortos con medicamentos. Finalmente, existen prohibiciones para procedimientos específicos, incluyendo varios en Texas, Arkansas y Alabama que prohibirían los abortos por “dilatación y evacuación”, que son los más comunes en el segundo trimestre del embarazMyrick y Lipton-Lubet están de acuerdo en que no hay forma de predecir qué caso llegue primero al tribunal superior.
El caso que está más cerca de la Corte Suprema, señaló Myrick, es un desafío a una ley de Indiana que prohibiría el aborto si la mujer lo busca para la selección del sexo o porque el feto podría estar discapacitado. Un tribunal federal de apelaciones determinó, en abril, que esa ley era inconstitucional.
Muchos analistas también están de acuerdo en que, incluso con el probable cambio filosófico de la corte, Roe vs. Wade podría no ser anulado en absoluto.
En cambio, dijo Lipton-Lubet, una corte más conservadora podría “volverlo poroso”, permitiendo que las leyes estatales restrictivas se mantengan en pie.
“A la corte le preocupa su propia legitimidad”, indicó Myrick, “y con qué frecuencia se ha mantenido un precedente en el pasado”. Dado que el hallazgo central de Roe, que la decisión de abortar se enmarca bajo el derecho constitucional a la privacidad, ha sido confirmado en tres ocasiones, incluso un totalidad.. tribunal antiaborto puede ser reacio a anularlo en su
La cobertura de KHN de los problemas de salud de las mujeres es apoyada en parte por The David and Lucile Packard Foundation.