6,129 torres de enfriamiento en 4,011 edificios, estaban registradas con el DOB a finales de 2017
De acuerdo a un reporte presentado en junio pasado por la comisionada del DOHMH, la doctora Mary Bassett, al presidente del Concejo Municipal de Nueva York, Corey Johnson, y del cual tuvo acceso El Diario, hasta noviembre de 2017, unas 6,129 torres de enfriamiento en 4,011 edificios en la Gran Manzana, estaban registradas con el DOB y casi todas, “con algunas excepciones”, habían recibido inspecciones rutinarias y algunas multas.
Según el mismo reporte, entre el 1 de enero y el 31 de diciembre de 2017 se encontraron 30 violaciones a la Ley Local 77 en toda la ciudad. Tres de esas violaciones fueron calificadas como “Public Health Hazard” (Peligro de Salud Pública), que es la categoría más seria y requiere que se tomen acciones correctivas de inmediato. Otras 14 violaciones fueron calificadas como “Critical” (críticas) y 15 fueron categorizadas como “General” (generales).
“Es muy importante que esas torres sean mantenidas apropiadamente y en la ciu- dad de Nueva York tenemos las leyes más duras y protectoras en la nación, que le requieren a los dueños de torres de enfriamiento que las tengan en buenas condiciones. Mediante un nuevo programa el DOHMH es la agencia encargada de reforzar estas leyes y el primer año completo de reforzamiento e implementación de la ley fue el 2017”, indicó Schiff.
“Hemos visto mejoras en el cumplimiento de las normas y las violaciones han bajado. El año pasado creamos el programa llamamos ‘Cooling Tower Academy’, con el que le ofrecemos entrenamiento a los dueños y encargados de edificios para que realicen sus propias inspecciones y el mantenimiento adecuado de las torres de enfriamiento”, agregó la experta en salud ambiental.
Otra parte requerida por la Ley Local 77, es que los dueños de las torres de enfriamiento tienen que crear una plan de manejo y protocolo para el mantenimiento de sus torre y ellos mismos deben tomar muestras de agua y medir los niveles de bacteria y en aquellos casos que se detecte la misma, deben utilizar dióxido para eliminarla.
“Esos planes de manejo deben ser suministrados al DOHMH para su revisión y aprobación. Nos tenemos que asegurar que el dueño del edificio está siguiendo su propio plan de manejo (...) Nuestros investigadores suben a las azoteas e inspeccionan cada una de las torres de enfriamiento por lo menos una vez al año”, dijo Schiff.
Aunque Schiff indicó que el condado que posee más torres de enfriamiento es Manhattan, un brote de Legionela puede ocurrir en cualquier vecindario de la ciudad. Las torres de enfriamiento están colocadas por lo general en las azoteas de los edificios.l