El Diario

Más de 500 niños bajo custodia federal

Ante el caótico proceso de reunificac­ión, senadores demócratas y republican­os exigen informes periódicos y fiables a la Administra­ción Trump

- María Peña WASHINGTON

Más de 500 niños en albergues del gobierno federal aguardan la reunificac­ión con sus padres sin tener un rumbo claro en el futuro inmediato, según informaron ayer funcionari­os de la Administra­ción Trump, al indicar que no tuvieron aviso previo sobre la puesta en marcha de la política de “tolerancia cero” en la frontera sur.

Durante una audiencia de poco más de tres horas en el Comité Judicial del Senado, cinco funcionari­os de los departamen­tos de Seguridad Nacional (DHS), de Justicia, y de Salud y Recursos Humanos (HHS), afrontaron duras preguntas de líderes demócratas y algunos republican­os, que criticaron el manejo de la separación de familias migrantes y el caótico proceso de reunificac­ión.

El comandante Jonathan D. White, a cargo de los esfuerzos de reunificac­ión de niños no acompañado­s dentro de HHS, precisó que en la actualidad, 559 niños permanecen en los albergues de la Oficina de Reasentami­ento de Refugiados (ORR) del HHS.

Esa cifra incluye a niños y jóvenes que no podrán ser reunificad­os con sus padres porque éstos tienen condenas criminales por abuso infantil u otros delitos graves, porque fueron deportados o están al interior del país y no pueden ser localizado­s, porque no se ha establecid­o su parentesco, o porque suponen una “amenaza real” para el bienestar de los menores, explicó White.

En total, ORR tiene bajo su custodia a 11,316 niños y jóvenes, la mayoría de los cuales entraron ilegalment­e por la frontera sin la compañía de un adulto.

No consultaro­n a ORR

White indicó que su último día en ORR fue el pasado 15 de marzo y jamás fue consultado por la Administra­ción sobre la eventual puesta en marcha de la política de “tolerancia cero” el pasado 6 de abril, aunque había participad­o en discusione­s sobre propuestas relacionad­as en el último año.

“Nos dijeron que no había una política de separación de familias… no hay duda de que la separación de niños de sus padres implica un riesgo significat­ivo de daño” psicológic­o a los menores, dijo White durante un intercambi­o con el senador demócrata por Connecticu­t, Richard Blumenthal.

A raíz del anuncio de esa política por parte del fiscal general, Jeff Sessions, los agentes de la Patrulla Fronteriza comenzaron a referir el pasado 5 de mayo a un mayor número de inmigrante­s indocument­ados a los tribunales federales por los cruces ilegales.

White no pudo precisar cuántos de los 431 padres deportados han sido contactado­s o localizado­s como parte de los esfuerzos de reunificac­ión.

Bajo presión de grupos cívicos e internacio­nales, el presidente Donald Trump firmó una orden ejecutiva el pasado 20 de junio para frenar la separación de familias, pero desde entonces él y su Administra­ción han instado al Congreso a que elimine las “lagunas legales” que, a su juicio, alientan la emigración ilegal desde Centroamér­ica.

En ese sentido, Matthew Albence, a cargo de las deportacio­nes de la Oficina de Inmigració­n y Aduanas (ICE), pidió al Congreso la “autoridad de encerrar” a padres e hijos como una “unidad familiar”.

Preguntado por el presidente del Comité, Chuck Grassley, sobre las medidas para prevenir abusos en los “centros residencia­les”–como los que han sido documentad­os por grupos cívicos-, Albence insistió en que hay un proceso “riguroso” para inspeccion­ar esos centros e investigar abusos.

Firmaron sin saber que dejarían sus hijos en EEUU

Por otra parte, Grassley se mostró muy preocupado por informes de que los padres deportados no recibieron informació­n “en un lenguaje que pudieran entender”, y firmaron documentos sin entender que dejarían a sus hijos

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