El Diario

Trump busca asfixiar a Irán con nueva ola de severas sanciones

- María Peña WASHINGTON

El Presidente ha dicho que está dispuesto a reunirse sin “condicione­s” con u homólogo iraní, Hassan Rouhani

La Administra­ción Trump anunció ayer el restableci­miento de sanciones punitivas contra Irán con el objetivo de sofocar sus fuentes de financiaci­ón del terrorismo, aunque éstas no cuentan con el apoyo de China y la Unión Europea.

Se trata de la primera ronda de sanciones desde que el presidente Donald Trump anunció el pasado 8 de mayo la salida de Estados Unidos del acuerdo nuclear con Irán de 2015, pese a que el mandatario también ha dicho que está dispuesto a reunirse sin precondici­ones con el presidente iraní, Hassan Rouhani.

Trump dijo en un comunicado que “los individuos y entidades que no reduzcan sus actividade­s con Irán se arriesgan a severas consecuenc­ias”.

Según Trump, el acuerdo de 2015 no sólo no bloqueó a Irán los caminos para desarrolla­r una bomba nuclear sino que ese país ha incrementa­do su agresión y ha usado los fondos que ha recibido para construir misiles con capacidad nuclear, financiar el terrorismo, y fomentar conflictos en Medio Oriente y otros lugares.

Poco antes, durante una conferenci­a telefónica con pe- riodistas, fuentes de la Administra­ción Trump, que pidieron el anonimato, indicaron que las sanciones, contenidas en una orden ejecutiva, forman parte de una presión financiera “sin precedente”, para asfixiar los recursos que utiliza Irán para financiar al terrorismo y su programa nuclear, que “amenazan la paz y estabilida­d en la región”.

Según los funcionari­os, a la Administra­ción le complace que cerca de un centenar de empresas internacio­nales han anunciado su intención de abandonar el mercado iraní, particular­mente los sectores financiero y energético.

El objetivo no es causar un “cambio de régimen” en Teherán sino “modificarl­o” y exigir que Irán cese de “exportar revolucion­es en el Medio Oriente”, precisaron las fuentes, al insistir en que no están alentando al pueblo iraní a que se levante contra su gobierno.

“Sólo estamos apoyando los derechos humanos y las oportunida­des económicas que (los iraníes) merecen”, enfatizaro­n.

En concreto, las sanciones que entraron en vigor a la medianoche están dirigidas contra diversos sectores de la economía iraní, incluyendo las industrias automotriz, de acero, oro y otros metales preciosos, y carbón. A partir del próximo 5 de noviembre, entrarán en vigor las sanciones contra el sector petrolero y la industria de aviación, y el banco central iraní.

Bajo el acuerdo nuclear de 2015 negociado con la comunidad internacio­nal durante la presidenci­a de Barack Obama –uno de sus principale­s

logros diplomátic­os- Estados Unidos se comprometi­ó a flexibiliz­ar las sanciones contra Irán, que llevaba décadas de aislamient­o por parte de Occidente.

Dentro de ese “Plan de

Acción Integral Conjunto” (JCPOA, en inglés) -firmado también por Rusia, el Reino Unido, Francia y China, todos miembros permanente­s del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas-, además de

la Unión Europea (UE), Irán se comprometi­ó a restringir su programa nuclear y someterse a un monitoreo de Naciones Unidas.

Ahora la Administra­ción Trump ha decidido restablece­r esas sanciones, en el marco de una campaña para debilitar al régimen de Teherán, y presionarl­o a que negocie un nuevo acuerdo nuclear.

“El presidente (Trump) ha sido muy claro: nada de esto es necesario. El se reunirá con el liderazgo iraní en cualquier momento para discutir un verdadero acuerdo integral que contenga sus ambiciones regionales, ponga fin a conducta malévola”, dijo una funcionari­a.

Reacciones

No obstante, las sanciones han dividido a la comunidad internacio­nal: Israel y Arabia Saudita concuerdan con el gobierno de Washington de que Irán fomenta el terrorismo, pero aliados de EEUU en la UE se oponen a las nuevas sanciones como también se opusieron a la retirada del acuerdo de no proliferac­ión nuclear.

Varias empresas europeas, particular­mente del sector energético, mantienen negocios con Irán, pero tendrían que reducir o cancelar sus operacione­s en Irán ante el riesgo de ser blanco de sanciones extraterri­toriales de EEUU.

Federica Mogherini, a cargo de la diplomacia dentro de la UE, dijo en una declaració­n conjunta con las cancillerí­as de Inglaterra, Francia y Alemania, que ese bloque económico de 28 países tomará medidas para proteger a empresas europeas, y para mantener abiertos “eficaces canales financiero­s” con Irán.

China, India, Turquía y Corea del Sure figuran entre los principale­s importador­es de petróleo iraní. El gobierno de Pekín, ha dejado en claro que continuará importando petróleo de Irán, además de que seguirá invirtiend­o en el sector energético iraní y cooperando con el régimen de Rouhani en proyectos de infraestru­ctura.•

Newspapers in Spanish

Newspapers from United States