HAY QUE CONVENCER AL VOTANTE LATINO
Los sentimientos de los votantes latinos hacia el gobierno de Donald Trump son una señal de cómo será su participación en la elección legislativa del próximo noviembre. La movilización de este electorado es una desafío demócrata para recuperar ahora el Congreso y luego la Casa Blanca.
Todo ayuda para descifrar la actitud del votante, especialmente en una elección que, en ausencia de una contienda presidencial, suele ser de baja asistencia a las urnas. Este año el comicio cobra una gran importancia ante la posibilidad de cambiar el rumbo de un Poder Legislativo que valida las actitudes más extremas de la Casa Blanca.
Un estudio de Latino Decisions determinó que para la inmensa mayoría de los votantes latino entrevistados el enojo es su principal reacción hacia la presidencia de Trump. Seguido muy de cerca esta el sentimiento de que se le falta el respeto, luego de que se siente avergonzado y poco más de la mitad expresó temor.
La buena noticia, el enojo (72%) es considerado como el sentimiento negativo más importante de los que llevan a un individuo las urnas. La mala, la mayoría de la gente que expresó este sentir son los electores menos propensos a votar y los que están entre 18-34 años de edad, que no suelen votar.
El voto latino suele ser engañoso. Desde hace muchos tiempo se predice el despertar de un “gigante dormido” que revoluciona el panorama electoral. Incluso en la elección presidencial de 2018 se vaticinó que los hispanos iban a volcar la balanza en contra del candidato republicano y su retórica antiinmigrante. No fue así. El mejor ejemplo fue Florida, en donde no hubo la avalancha ni en registro de votantes y menos en las urnas, lo que ayudó a la victoria de Trump.
La experiencia dice que el voto latino se refleja distrito por distrito siguiendo el cambio demográfico del área. Esto significa que existe el potencial de que algunos escaños republicanos se vuelvan demócrata en algunas regiones de California, como lo reflejan algunas encuestas.
El reto es que los latinos se registren y después voten. Hay un tema de responsabilidad personal. De tomar conciencia que un voto hace diferencia, que es la forma de participar en la toma de decisiones y si uno no lo hace, otros lo hacen por uno. Las organizaciones comunitarias están prácticamente en una campaña comunitaria al respecto.
A los demócratas les corresponde tener un mensaje coherente y sostenido para atraer el voto latino. Hoy se debate en las filas partidarias si hay que buscar el voto blanco moderado desafecto o apostar por un progresismo centrado en las minorías.
Lo que hay que hacer es ganar. Eso requiere motivación y mensaje. Este es un baile de dos individuos.•