64,000 Dacamentados tienen permisos que vencerán antes de fin de año y aún no los han renovado, aumentando el riesgo de la deportación.
La salvadoreña Liliana Di-Majo llega temprano a la guardería capitalina donde trabaja como asistente de maestra y no le cabe duda de que, como indicó una encuesta nacional divulgada este miércoles en el sexto aniversario de DACA, ese alivio migratorio no sólo la sacó de la sombra sino que le permite contribuir a la economía de Estados Unidos.
El programa de “acción diferida” (DACA) de 2012, puesto en marcha hace exactamente seis años por la Administración Obama, ha sido un “salvavidas” para centenares de miles de jóvenes indocumentados que, como Di-Majo, pueden estudiar en las universidades, trabajar, conducir con licencia y, sobre todo, vivir libres del miedo a la deportación.
En declaraciones a este diario, el senador demócrata por Nueva Jersey, Bob Menéndez, afirmó que DACA “ha sacado de la sombra a miles, ha ayudado a jóvenes que luchan duro a conseguir buenos empleos, y ha contribuido a nuestra economía durante los últimos seis años”. El 49% de los jóvenes dijo que ha incrementado su activismo político, y el 52% ha aumentado su participación en actividades comunitarias..
“El futuro de DACA ahora es incierto, pero el programa sigue en pie. Le urjo a cualquiera que tenga permisos de DACA que vencen antes de 2020 a que los renueven lo más pronto posible”, enfatizó Menéndez, uno de los senadores que presionó por su implementación.
Alivio e incertidumbre
Una encuesta nacional difundida ayer reflejó tanto el alivio que DACA ha proporcionado a los jóvenes indocumentados, como el sentido de incertidumbre y el temor a la deportación que tienen si el programa es eliminado.
Para la mayoría de beneficiarios, DACA ha sido el pase hacia trabajos con mejores salarios, un mayor poder de compra, el lanzamiento de negocios, y una mayor participación cívica en sus comunidades.
El sondeo destacó que el 96% de los “DACAmentados” trabaja o estudia y que, para los que trabajan, el salario por hora aumentó en un 78%, de $10,32 la hora a $18,42 la hora. Entre los trabajadores mayores de 25 años, el aumento salarial fue del 97%.
Además, el 6% de los encuestados, y el 8% de los mayores de 25 años, iniciaron sus propios negocios tras recibir DACA, superando al resto de la población general respecto a la creación de empresas.
DACA también les ayudó a aumentar su poder de compra: el 62% de los beneficiarios pudo comprar su primer coche, y el 14% compró su primera casa, contribuyendo en ambos casos a la economía local y estatal y, de paso, a la creación de empleos.
Sin embargo, la incertidumbre creada por la Administración al desmantelar DACA está afectando el bienestar de los “Dacamentados”,indicó la encuesta, realizada entre 1,050 jóvenes en 41 estados y el Distrito de Columbia, sede de la capital estadounidense.
Para el 45% de los encuestados, no pasa un día sin que piensen en el riesgo a ser enviados a un centro de detención para inmigrantes, mientras que el 55% piensa que podrían ser deportados, y el 64% piensa que la misma suerte correrían sus familiares.
La zozobra diaria es peor entre los que son padres de familia: el 76% piensa que serán separados de sus hijos debido a la deportación, y el 74% teme que no verá crecer a sus hijos si llegasen a ser deportados.