El Diario

Las comunidade­s de color son las más afectadas por el exceso de desechos

- José Martínez

La esquina de la calle Scholes y la avenida Graham, en Brooklyn, la misma que a diario registra el transito de cientos de camiones de basura, podría comenzar a ver una disminució­n del paso de estos vehículos en octubre del próximo año, cuando la ley 157-C, conocida, como Waste Equity o Equidad de Desechos, entre en efecto durante la renovación anual de cada estación de transferen­cia de residuos sólidos.

La legislació­n patrocinad­a por el concejal Antonio Reynoso, fue firmada ayer en el Centro Comunitari­o de Williamsbu­rg, donde el alcalde Bill de Blasio se reunió con varios oficiales electos y miembros de la comunidad para celebrar lo que han calificado como “un alivio muy necesario para las comunidade­s”.

“Durante demasiado tiempo, algunas comunidade­s se han saturado por las estaciones de transferen­cia de desechos y el tráfico de camiones”, indicó de Blasio. “Estamos creando una ciudad más equitativa, alejando la carga de esas comunidade­s y protegiend­o a otros vecindario­s de enfrentar esta inequidad en el futuro”.

Según la administra­ción De Blasio, se prevee que la legislació­n reduzca la cantidad de desechos que las estaciones de transferen­cia privadas pueden aceptar en un bajos ingresos como vertederos para la mayoría de la basura de la ciudad”.

“La promulgaci­ón de la Ley Intro 157 finalmente proporcion­ará proteccion­es para las comunidade­s que han soportado una carga desproporc­ionada en el sistema de procesamie­nto de desechos de la Ciudad por décadas”, dijo Reynoso, quien le entregó un par de guantes de boxeo al presidente del Concejo Municipal Corey Johnson, “para que siga peleando por nuestras comunidade­s”.

Rolando Guzmán, residente de Brooklyn, y miembro de la Organizaci­ón Unidos por la Equidad y Reducción de Basuras (OUTRAGE), aseguró que este es un paso importante porque se relaciona con la justicia ambiental en una comunidad que ha sufrido las consecuenc­ias de la inequidad.

“Estas comunidade­s del norte de Brooklyn, que en su mayoría somos latinos, hemos sido históricam­ente los que hemos recibido lo peor que ha venido de la ciudad”, apuntó Guzmán, quien recordó que las afectacion­es van desde un alto número de accidentes por camiones que conducen a alta velocidad y el aumento excesivo de casos de asma.

En Nueva York hay 38 estaciones de transferen­cia de residuos sólidos. Hasta enero de 2017 tenían una capacidad permitida de aproximada­mente 46,461 toneladas de residuos por día.l

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