Asilo es más difícil para detenidos
Sólo un 8% de las familias que piden el beneficio lo obtiene
Estados Unidos tiene el peor historial de detención de solicitantes de asilo en el mundo, y bajo la Administración Trump el proceso de asilo afronta más barreras que nunca, según un análisis divulgado ayer.
El estudio de casi 50 páginas, realizado por el “American Immigration Council”, es el primero de su tipo que recaba más de 15 años de datos sobre la práctica de encerrar en centros de detención a familias que solicitan asilo en Estados Unidos.
El análisis destacó que entre 2001, cuando se abrió el primer centro de detención de familias inmigrantes, y 2016, hubo un “aumento astronómico del 3,400%” en el número de camas reservadas para la detención de familias en estados como Nuevo México, Texas y Pensilvania, mientras aguardan la resolución de sus peticiones de asilo.
El estudio reveló, tras analizar documentos judiciales y del gobierno, la expansión de un sistema que “encarcela a familias que buscan asilo, a veces por períodos prolongados, y que presenta serias trabas a un proceso judicial justo”.
Sólo el 47% de las familias detenidas tuvo acceso a un abogado en los tribunales, en comparación con el 76% de las familias puestas en libertad. La presencia de un abogado puede marcar la diferencia entre ganar o perder un caso, o evitar la deportación.
El 93% de las audiencias en los centros de detención, especialmente en zonas remotas o lejos de centros urbanos, se realizó mediante videoconferencia, y no en persona en un tribunal.
Para los autores del informe, éste aporta pruebas contundentes de lo que han venido exigiendo durante años activistas de la comunidad inmigrante: las familias deben tener derecho al debido proceso sin ser detenidas o sometidas a la “vía rápida” hacia la deportación.
El documento también ofrece pruebas de que hay alternativas menos costosas y “más humanas” que la detención de familias y que éstas tienen mayores posibilidades de lograr justicia en sus casos. Con EFE