La inseguridad del narco crece en la mixteca oaxaqueña
Son bandas de delincuencia común, no cárteles, dicen autoridades
√ Era el día de plaza en Huajapan de León y como todos los miércoles Juana Ventura y Elías Vazquez, de 32 y 44 años, se dirigían a comprar los productos para pasar la semana tranquilos en su comunidad Peña Colorada, donde no tienen un mercado con lo necesario.
Subieron a su coche junto con otros adultos y algunos niños y tomaron el camino de terracería, ese que hace unos meses las autoridades locales dicen que se ha convertido en uno de los más peligrosos de la región mixteca en el estado de Oaxaca, debido a la presencia de grupos del crimen organizado que vigilan la ruta.
Pero no alcanzaron a hacer la despensa: una balacera les arrancó la vida a varios de los tripulantes, entre ellos dos menores de edad de 17 y cinco años. Sólo sobrevivió uno, según relató el parte policial. La empobrecida región mixteca -expulsora de miles de migrantes hacia Estados Unidos- ya no es una zona segura. Aunque nunca lo había sido del todo. Sin embargo, el foco principal de los conflictos estaba en otra parte: en la disputa de tierras que de vez en cuando se cobra algunas vidas; ahora, en cambio, los habitantes dicen que se trata de crimen organizado.
Ruta de hampones
Días antes de la muerte de los vecinos de Huajapan dos personas en Santiago Juxtlahuaca, también en la región habitada por alrededor de medio millón de indígenas, fueron asesinadas a plena luz del día. Juan Martínez, vecino del municipio, declaró a la prensa local que fue “escalofriante“ver la saña con que ocurrieron los crímenes.
“Nos hemos convertido en una ruta que es ocupada por bandas del crimen organizado para traficar cosas ilícitas”, abundó. “Los habitantes del lugar estamos indefensos: el presidente municipal, Nicolás Feria, simplemente no hace caso”.
La sierra mixteca forma parte del corredor de cultivo de amapola de la que se extraen los opiáceos para alimentar el apetito de droga de estadounidense, principalmente, según datos militares.
El comandante de la región militar VIII, Alfonso Duarte, reveló que ahí se destruyen mensualmente alrededor de 2,000 plantíos en cuyo cultivo intervienen incluso menores de edad.
“Para rayar el bulbo se necesitan manos pequeñas y ahí es cuando el crimen organizado utiliza a los niños“.
De acuerdo con registros de la organización internacional Insight Crime, las zonas con mayor producción en el estado son Coatecas Altas, San Carlos Ozolotepec y Coicoyán de las Flores y Totolapa, pero la ruta de tráfico salpica prácticamente a todos los municipios y la presencia de criminales organizados en la zona implica, además de cultivo, procesamiento y tráfico de droga, delitos como robo de combustible y extorsiones.
El pasado 13 de agosto el secretario general del Sindicato Libertad de Trabajadores de Transporte de México, Iván Luis Villaseca, solicitó el apoyo al gobierno para frenar las extorsiones y poco antes, el presidente de los Empresarios Gasolineros del Estado de Oaxaca, José Luis Ballesteros Melgar, urgió a combatir el robo de combustible.
El secretario de Seguridad Pública, Ramón Tuñón, niega que existan cárteles de la droga (como el Cartel Jalisco Nueva Generación) y asegura que son delicuentes locales que se hacen pasar por delincuencia organizada para infundir más temor.
En 2017 Oaxaca entró al ‘Top Ten’ de los estados con mayor número de asesinatos violentos: 919. En 2018 sorprende el perfil de los crímenes: la muerte de cinco mujeres en un solo escenario, nueve ejecuciones en un fin de semana, cinco candidatos políticos y dos agentes de investigación.l