El caso más reciente
indicó Ruíz. “Es una montaña rusa de sentimientos. Ellas quieren hacer un buen trabajo, sumarse a este movimiento pero la realidad es complicada, pero ahí siguen al pie del cañón”.
Para el reverendo Ruíz, la situación parece complicarse con el paso de los meses, “Vemos que se están complicando las cosas. Recrudeciendo la situación”.
“La Administración de Trump con esta retórica abiertamente racista afecta a los más vulnerables y estamos hablando de familias que están luchando para preservar la unidad pero lo que vemos en todos lados es esta separación familiar.
Guardan la esperanza
Aura Hernández, otra inmigrante guatemalteca, también Amanda y Hernández no son las únicas que han encontrado refugio en estas iglesias santuario. El caso de Deborah Barrios es el más reciente. Ella tiene tres meses sin poder salir de la Iglesia Metodista Saint Paul and Saint Andrew. La única solución que encontró para permanecer con sus hijos, luego de recibir una orden de deportación.
“Esto no es fácil. Hay momentos en los que uno quisiera poder olvidarse de todo y dejar todo botado e irse”, confesó la guatemalteca de 32 años y madre de dos niños nacidos en Estados Unidos.
lleva seis meses refugiada en la iglesia Fourth Universalist Society, en Manhattan. Junto Sin embargo, pese a lo difícil del momento que atraviesa, Barrios enfatizó en que el motivo para aguantar son sus hijos. “La verdad no sé ni cómo le estoy haciendo. Son ellos los que me motivan a echarle ganas”.
Su caso, al igual que el de otros muchos refugiados, algunos de ellos que prefieren permanecer en el anonimato, se han convertido en un reto para el comité de defensa de la Coalición Nuevo Santuario. “Cada inmigrante tiene un comité de defensa con gente de varias profesiones y organizaciones. Gente que está
a sus dos hijos, Daniel, de 10 años, y Camila, de 1 año, sigue a la espera de que algo al pendiente de sus casos”, explicó el reverendo García, quien recalcó la necesidad de seguir trabajando con oficiales electos para que sean ellos quienes ayuden a lograr un cambio en una infraestructura de deportación que, según él, funciona perfectamente. “Desde el principio no querían (Administración Trump) reunificar a estar familias, pero lo que más me preocupa es que tiene una infraestructura que funciona perfectamente con un presupuesto de millones de dolares que sigue creciendo. A mi lo que me precupa es eso”, concluyó.
cambie. Aunque extraña a su madre que vive en Guatemala, asegura que quiere perma-