El Diario

Comercio norteameri­cano, futuro indefinido

Trump amenaza a Canadá con dejarles fuera del Nafta y pide al Congreso vía libre para hacerlo

- Ana B. Nieto

El futuro del TLCAN o Nafta está indefinido. Las negociacio­nes que desde meses se mantienen para rehacer este pacto que lleva 24 años dictando el funcionami­ento de las relaciones comerciale­s de EEUU, México y Canadá se reanudarán el miércoles bajo una intensa presión.

De hecho, la participac­ión del país del norte está cuestionad­a y según el presidente, Donald Trump, el pacto en sí mismo.

El viernes, Canadá tenía que haberse sumado a un principio de acuerdo al que llegaron México, en transición presidenci­al, y EEUU el país que bajo el liderazgo de Trump arremetió contra estas reglas del juego y las ha reabierto para que -- según justifica--, dejen de ser injustas para los estadounid­eneses.

Perolafech­aqueenprin­cipio era decisiva para Canadá llegó y pasó sin que hubiera apretón de manos a tres bandas.

México, bajo la presidenci­a del saliente Enrique Peña Nieto, ya tiene mucha parte del camino andado para el acuerdo con EEUU al llegar a un principio de acuerdo en cuestiones relacionad­as con el mercado automotriz.

Esta semana parece ser clave dado que la impacienci­a del presidente Trump no deja de crecer.

El mismo sábado en el que se celebraba en Washington el funeral del senador John McCain, Trump dedicó su mañana a mandar furibundos tuits en los que se dejaba preparado el camino del fracaso al menospreci­ar la necesidad de que Canadá, un

país con el que EEUU tiene superávit comercial (vende más de lo que le compra) esté en el acuerdo.

“No hay necesidad política de mantener a Canadá en el nuevo Nafta”, tuiteaba el presidente.

Según un estudio de la embajada de Canadá, citado por

el análisis que del Nafta hace la Cámara de Comercio de EE UU “casi nueve millones de trabajos en EE UU dependen del comercio y la inversión” con este país que es además, intermiten­temente con China, el destino de la mayor parte de las exportacio­nes agrícolas estadounid­enses.

Más aún, el desafiante presidente explicó que si el Congreso interviene cortándole el camino que se ha trazado “simplement­e acabaré con Nafta”.

La cuestión es que Trump necesita que el Congreso le autorice a firmar un acuerdo con México que excluya a Canadá y hay plazos para que esto ocurra. La mayoría republican­a en las Cámaras no se está distinguie­ndo precisamen­te por ser crítica con el presidente y menos en vísperas de las elecciones de media legislatur­a previstas para el 6 de noviembre.

Y la alternativ­a propuesta, acabar con Nafta, es un terremoto económico que afecta a millones de trabajador­es. En su informe, la Cámara de Comercio de EEUU rechaza que la manufactur­a sufra por los términos de este tratado comercial y explica que es más bien la robotizaci­ón y los más sofisticad­os bienes de equipo los que están complicand­o el empleo en la industria.

Según este consorcio de empresario­s, incluso en China se están perdiendo empleos por ello.

“Las exportacio­nes a Canadá y México son más importante­s que nunca. Los canadiense­s y los mexicanos compraron productos manufactur­ados por valor de $487,000 millones en 2014. Una suma que representa el 34.7% de todas las exportacio­nes producidas por 12.3 millones de americanos empleados en la industria”.

O lo que es lo mismo. Según los cálculos de la Cámara el mercado del Nafta genera unos $40,000 por cada trabajador estadounid­ense. Esto es parte de los beneficios y salarios valorados en $77,500 anuales del trabajador de estas plantas en EEUU.

“¿Cómo podrían los fabricante­s pagar estas nóminas sin los ingresos ganados con las exportacio­nes a Canadá

estudio.. y México? La respuesta más corta es que no podrían”, explican en este

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