El Diario

A PROPÓSITO DEL NOMINADO A LA CORTE SUPREMA

-

Esta semana se comienza a decidir el futuro de la Suprema Corte de Justicia con las audiencias en el Senado para confirmar al juez Brett Kavanaugh. La llegada de un nuevo juez al panel de nueve integrante­s marca el rumbo del Alto Tribunal encargado de ser la última palabra sobre las leyes que gobiernan la vida de los estadounid­enses.

Solamente 118 magistrado­s ocuparon el tribunal durante los 242 años de Estados Unidos. El período promedio de un juez en este panel, sin contar los actuales es de casi 17 años. En la actualidad el juez Clarence Thomas es el de mayor antigüedad con 26 años y 315 días en su cargo. Los jueces son el legado que dejan los presidente­s mucho después de haber abandonado la Casa Blanca.

El presidente Donald Trump tiene la inusual oportunida­d de designar un segundo juez la Suprema Corte. En el primer caso nombró a Neil Gorsuch gracias a la maniobra sin precedente­s de la Mayoría republican­a del Senado que bloqueó durante casi un año al elegido por el expresiden­te Barack Obama. Ahora con el retiro juez Anthony Kennedy el mandatario puede dejar una marca imborrable por mucho tiempo de un Alto Tribunal conservado­r.

Kennedy fue un juez conservado­r, pero al igual que su antecesor Lewis Powell, fue un voto pendular que no estuvo casado con la ideología. Kennedy fue el voto que hizo la diferencia en defensa de la acción afirmativa, en contra de la prohibició­n al matrimonio gay y en limitando las restriccio­nes al aborto.

Se sabe que Kavanaugh expresó opiniones en contra de la Acción Afirmativa, es crítico de las bases para autorizar el aborto y el matrimonio gay. Además, está en desacuerdo con Kennedy en cuanto a la defensa de las libertades civiles.

Por lo que se sabe Kavanaugh va a dar un vuelco conservado­r significat­ivo en la Suprema Corte en estas áreas. El impacto puede ser mucho mayor, pero la Casa Blanca se opone a dar a conocer miles de documentos del juez que ayudarían a entender de mejor manera cómo procederá desde el Alto Tribunal. Este es un obstruccio­nismo insólito de la presidenci­a en el proceso de confirmaci­ón.

Igual de preocupant­e es que Trump seleccionó Kavanaugh por sus opiniones que privilegia­n las prerrogati­vas del Poder Ejecutivo. O sea, el nominado piensa que el Congreso debe proteger al presidente de demandas o acusacione­s porque lo distraen de su labor. Una posición muy convenient­e para un mandatario asediado de investigac­iones y rodeado de gente acusada y hallada culpable de delitos.

Esperamos que los demócratas aprovechen las audiencias para cuestionar a fondo al nominado y que algún republican­o siga sus principios en vez de la línea partidaria.

Newspapers in Spanish

Newspapers from United States