Federer culpa al calor
suizo ya que a renglón seguido el australiano devuelve el quiebre e iguala 5-5 para en adelante sorprender con claras llegadas que dejan sin chance al suizo y adjudicarse este parcial por 7-5.
El tercer parcial se fue escurriendo equilibrado. Millman se muestra más seguro y es quien toma la iniciativa mientras Federer resiste la embestida. Los miles de fanáticos que copan el Ashe vibran ante el despliegue espectacular de ambos contendores. El Australiano se atreve ante “su magestad” que increíblemente empieza a sumar errores no forzados logrando empujar hacia el tiebreak, suerte en la que siempre tuvo el control 7(9)-6(7).
Envalentonado por su osadía de estar dominando al considerado mejor tenista de todos los tiempos, Millman salta al cuarto parcial decidido a hacer historia.
Federer está tocado pero arranca dispuesto a retomar el partido. Se adelanta inclusive 4-2 pero el australiano recupera de inmediato el quiebre y empareja el duelo para forzar al tiebreak, en el que, nuevamente siempre estuvo arriba, con más ventaja que en el parcial anterior.
Federer sólo pudo convertir 3 puntos, Millman sentencia claramente el partido con 7 para despedir al “mago”.
Federer y Millman se habían enfrentado antes sólo una vez en octavos de final de Brisbane, Australia, hace tres años y ganó el suizo en tres sets. Después de haber dado en el partido anterior frente a otro australiano, Nick Kyrgios, toda una lección auténtico de maestro del tenis, dos noches después, Federer protagonizó en la pista central Arthur Ashe Stadium, una actuación para el olvido con 76 errores no forzados que le costaron la derrota. Su eliminación dejó a los miles de aficionados neoyorquinos, que llenaron de nuevo las gradas del estadio, con la interrogante de saber qué le había sucedido al gran maestro para quedar eliminado ante el número 55 del mundo. “Por alguna razón, esta noche tuve problemas en las condiciones ambientales”, declaró Federer en la conferencia de prensa posterior al partido, que comenzó a las 2:00 de la madrugada.
“Es una de las primeras veces que me sucede. Hacía mucho calor esta noche. Sentí que no podía respirar. No había circulación del aire en absoluto”, aseguró.
Federer explicó que se había sentido “incómodo” y sin capacidad de reacción. “Sudas más y más por lo que a medida que el partido avanza, pierdes energía. Cuando sientes así, todo está acabado, no tienes capacidad de reacción”, declaró.