Personas inescrupulosas se aprovechan del deseo de los jóvenes con pocos recursos de cursar estudios superiores
Los costos universitarios promedio se han duplicado en las últimas dos décadas, y esta presión financiera junto con las nuevas tecnologías hace que los estudiantes de hoy sean particularmente vulnerables a las estafas cuando buscan ayuda financiera y becas.
“Los estafadores saben cómo aprovecharse de aquellos que están estresados por la búsqueda de ayudas para ir a la universidad”, dice Robert C. Ballard, presidente y director ejecutivo de Scholarship America, la organización de apoyo a la educación y las becas sin fines de lucro más grande del país. “Afortunadamente, hay algunas formas con las que pueden evitar ser engañados”.
Para ayudarlo a detectar estafas, Scholarship America ofrece las siguientes advertencias:
Honorarios y otras señales de alerta
Los programas de becas que cobran una tarifa para solicitarlas a menudo parecen legítimos. Pero fíjese en el panorama general: si el proveedor está otorgando $500 en becas y cobrando tarifas a miles de solicitantes, no está financiando la educación sino ganando dinero. Sus posibilidades de ganar una beca son leves, si no imposibles: los proveedores fraudulentos a menudo cobran tarifas y desaparecen.
Algunos proveedores afirman tener una subvención sin compromiso o un préstamo con un interés increíblemente bajo para ofrecer, siempre que pague un impuesto o una tarifa de “canje” por adelantado. Otros ofrecen igualarlo con becas garantizadas, si paga un servicio de búsqueda premium. Tenga en cuenta que no existe una “beca garantizada”.
Los servicios de búsqueda e igualación de becas completos y gratuitos como Fastweb y Cappex lo conectarán con becas legítimas y competitivas que no cobran tarifas de solicitud.
Demasiado bueno para ser verdad
Tenga cuidado con el modelo de estafa “demasiado bueno para ser cierto”: una organización que suena oficial le informa sobre una oportunidad