La gran victoria de titanes del boxeo azteca
pero más específicamente, ganarlos contra los mejores rivales existentes.
La carrera de “Canelo” no ha estado exenta de claroscuros, habiendo sido el más importante de ellos el caso de sus fallidos exámenes antidopaje del pasado febrero, los cuales causaron que el combate de revancha con Gennady Golovkin programado para el 5 de mayo fuera cancelado y que apenas este sábado se lleve a cabo en Las Vegas.
Pero a pesar de ese tropezón, no menor, pero de ninguna manera devastador, “Canelo” ha logrado edificar una carrera magnífica, en la que primero se fue dando a conocer y luego, tras ganar su primer título mundial en 2011 -una corona ciertamente modesta al vencer al británico Matthew Hatton en Anaheim-, fue dándole lustre poco a poco con mejores actuaciones e innegable desarrollo como peleador.
Desde aquel año, los rivales de Álvarez fueron siendo de mayor renombre y dificultad: de los cómodos oponentes Alfonso “Contender” Gómez y Kermit Cintrón, a la primera leyenda que tuvo enfrente en “Sugar” Shane Mosley en 2012; del abuso de enfrentar a Josesito López en aquella noche del 15 de septiembre de 2012, a quitarle la corona y su cetro al peligroso Austin Trout en San Antonio ante 40,000 aficionados en el Alamodone.
Y entonces, “Canelo”, engolosinado a sus 23 años, fue en busca de la gloria en contra de Floyd Mayweather Jr. Le dieron un baile.
La progresión siguió su camino: en 2014 el tapatío sobrevivió a un acertijo llamado Erislandy Lara, pleito del que tuvo que haber aprendido mucho, y las lecciones le permitieron ganar la mejor batalla de su carrera y, en sí, saborear eso de la gloria: Miguel Cotto en 2015.
Si alguien todavía cuestionaba entonces las habilidades o la preparación o el carácter de Álvarez, esa noche del 21 de noviembre en el Mandalay Bay de Las Vegas, los cuestionamientos se evaporaron con una actuación muy completa y sorprendente, porque a Cotto, a pesar de su veteranía, no se le iba a derrotar con un esfuerzo mediocre, ni con el nombre.
No obstante, era una batalla entre un gran boxeador que se encontraba completando su círculo y una estrella llegando a su mejor forma, más grande y más fuerte.
Por eso, la verdadera gloria para “Canelo” Álvarez (49-12, 34 KOs), la que hará que su enorme fama y su creciente fortuna económica tengan sentido, llegará si le gana al mejor de todos los oponentes suyos: Gennady Golovkin (38-0-1, 34 KOs).
Estuvo cerca el pelirrojo hace un año; dio una tremenda actuación, llena de recursos técnicos y buena estrategia contra un artista del nocaut; el empate fue polémico, pero justo por lo mostrado por ambos, y para el mexicano, su graduación final en el ring.
Sin embargo, todavía le falta ganarle a “GGG”, quien ha defendido su corona de los medianos 20 veces seguidas.
La gloria está al alcance.O Sa●vador Sánchez hizo vibrar a los mexicanos como muy pocos en la historia cuando el 21 de agosto de 1981 hizo pedazos a un legendario e imbatido Wilfredo Gómez que había coleccionado triunfos sobre aztecas, pero que tuvo que tragarse todas sus palabras con aquella paliza finalizada en el round 8.
Ju●io César Chávez tiene un álbum completo de míticos triunfos, no por nada es el más grande del boxeo mexicano. Pero su leyenda no sería la misma sin aquel nocaut prodigioso en contra de Meldrick Taylor el 17 de marzo de 1990, cuando abajo en las puntuaciones ante el invicto campeón, lo noqueó en los segundos finales del round 12. Erik ‘Terrible’ Morales siempre enfrentó a los mejores del mundo. La victoria que sobresale de su palmarés de Salón de la Fama fue la que firmó por decisión unánime el 19 de marzo de 2005 sobre Manny Pacquiao, quien luego de esa gran contienda no volvió a perder en ocho años. Juan Manuel Márquez no pudo salir con el brazo en alto en sus tres fabulosas batallas contra Pacquiao, todas ellas con resutados polémicos. Pero el 8 de diciembre de 2012 finalmente pudo vencerlo con un derechazo en el round 6.