¿Cómo desacelerar el proceso ?
Aunque lo más saludable es aceptar y celebrar las diferentes etapas de la vida con sus respectivos cambios, la verdad es que no todos tenemos esta capacidad.
De la misma manera, no todos tenemos los recursos ni las ganas de someternos a una cirugía estética en la que los médicos literalmente estiran la piel del rostro, eliminan el exceso de tejido y levantan la piel flácida en la parte inferior de la cara, todo por la módica cantidad de unos $7,000.
Existen otras alternativas, no tan dramáticamente efectivas, pero que pueden ofrecer buenos resultados:
Usar protección solar: Es la mejor forma de mantener un rostro joven, pues los rayos UVA y los UVB dañan la piel y causan quemaduras que no se perciben a simple vista.
Invertir en cremas hidratantes: Aunque muchas de ellas no son baratas, sí contienen sustancias que suavizan las arrugas, como glicerina, que ayuda a que la piel absorba agua y se hidrate. Usar un exfoliante también ayuda, pues desprende células muertas de la piel del rostro. Las cremas con retinoides aprobadas por la FDA (Avita, Avage, Renova, Retin-A), reducen las arrugas y las manchas en la piel.
Inyecciones de toxina botulínica: Las más comunes son las de bótox. Deben usarse para tratar las arrugas en la frente y el entrecejo. Inmovilizan parcialmente los músculos que forman líneas de expresión para que la piel se suavice, aunque no siempre son efectivas. Es importante buscar un especialista con experiencia que las aplique. Rellenos dérmicos: Después del bótox, son el procedimiento cosmético Tratamientos láser: Se trata de rayos láser no abrasivos que eliminan las capas superiores de la piel del rostro y, con ellas, las líneas de expresión y manchas impresas ahí. Algunos trabajan en una capa más profunda de la piel llamada dermis para generar inflamación, lo que estimula la formación de colágeno. Este tratamiento requiere al menos dos semanas para que la piel del rostro se recupere y sane.