Rosana tiene corazón de oro y tenacidad de acero
Recibió el Premio al Liderazgo de la Herencia Hispana de los Steelers al ayudar a salvar cientos de vidas en su natal Puerto Rico
√@Ricardo_Deporte
Para Rosana Elena Guernica, pisar el museo de Roberto Clemente de la ciudad de Pittsburgh es emocionante. Por un lado, ella nació en Puerto Rico, igual que el legendario beisbolista. Pero sobre todo porque la visión y generosidad de la estudiante boricua le merecen sentir una conexión con el hombre que murió al caer el avión en el que llevaba ayuda a Nicaragua, tras un terremoto.
“Honestamente esa conexión fue bien emocional para todo el mundo”, dice Guernica, una joven mujer que marcó diferencia el año pasado por sus esfuerzo de ayuda a su Puerto Rico luego de la devastación del huracán María.
Se dice fácil, pero Rosana orquestó y dirigió una serie de misiones para llevar a la Isla 76,500 libras de medicinas y suministros básicos, y transportar a 296 personas enfermas para que fueran atendidas en Estados Unidos, prácticamente salvándoles la vida dadas las condiciones que en ese momento existían en Puerto Rico.
Por sus increíbles acciones, Rosana Elena fue reconocida en semanas recientes por la NFL, a través de los Pittsburgh Steelers, con al Premio de Liderazgo de la Herencia Hispana.
Con cinco años estudiando en la prestigiada universidad de Carnegie Mellon, la nacida en Carolina, Puerto Rico, recibió hace un par de emergencia y en el que fueron sacadas de Puerto Rico 140 personas”, dice la estudiante de maestría de política pública y admnistración.
Fueron en total cinco viajes a la Isla y, más adelante, un vuelo de retorno con dos niñas que padecían microcefalia, quienes habían sido evacuadas pero no podían regresar a casa, una causa en la que contribuyó la Fundación de Jorge Posada con $10,000.
El problema más típico de los pacientes que Rosana y sus compañeros ayudaron fue la diabetes, porque en Puerto Rico no había manera de conservar la insulina fría, según explica. Ellos no estaban en los hospitales porque no podían recibir ayuda, así que los pacientes estaban en sus casas, en casas de familiares o amigos, y en refugios.