Otra caída merengue y la suerte de Lopetegui se definirá en el Clásico
El segundo triunfo de la historia de un Levante sobrado de personalidad en el Santiago Bernabéu sentenció a Julen Lopetegui como jefe de un Real Madrid en depresión, que superó las ocho horas sin marcar hasta que lo hizo Marcelo y en caída libre tras cinco partidos sin ganar y tres derrotas consecutivas.
Sin gol. Con tres remates a los postes y dos goles anulados. Descompuesto tácticamente y con jugadores lejos de su mejor estado físico. El Real Madrid de Lopetegui tocó fondo ante un gran Levante que sacó provecho de la crisis de su rival y sumó su tercer triunfo consecutivo para asomar por la zona noble de la clasificación.
Lopetegui seguirá siendo entrenador hasta el Clásico del Camp Nou de la próxima jornada liguera, tras las reuniones merengues mantenidas en el Bernabéu posteriores a la derrota.
Según informaron fuentes del club está descartada una destitución fulminante de Lopetegui tras las reuniones mantenidas y el técnico vasco se sentará el martes en el banquillo para dirigir el partido del Real Madrid ante el Viktoria Plzen.
Un partido de frenopático al que no le faltó de nada. El descaro del Levante se alió con el nerviosismo defensivo madridista. El gafe en el remate alcanzó las ocho horas sin gol por las paradas salvadoras de Oier.
Un balón largo a espalda de la defensa sirvió para sorprender a Varane, sin la marca del punta, reaccionando tarde y dejando autopista a Morales que no perdonó. Las buenas intenciones de un inicio fuerte se desvanecían en seis minutos y solo cinco más tarde se mascaba la tragedia en el coliseo de la Castellana.
Varane, más nervioso que nunca, cometía mano. Roger engañaba a Courtois y el Bernabéu entraba en efervescencia por el 0-2.
Cuando el Madrid recortaba distancia y creía poner fin a su sequía, el VAR anulaba un tanto de Asensio en fuera de juego tras remate de Casemiro al travesaño.
La revolución blanca llegó con Benzema. Oier parecía imbatible, volaba a una falta de Bale a la escuadra, cuando un error en la salida de balón de Campaña costó caro al Levante. Karim vio la llegada de Marcelo, asistió y un zurdo, de diestra, cerró la peor racha sin marcar de la historia del Real Madrid.
Llegaba el gol, la antesala de 18 minutos finales de agonía, esfuerzo sin premio e impotencia madridista.