RONNIE SACUDE AL BARÇA
√@e●viejohoracio
La imagen de Ronaldinho, de espaldas, con un balón sostenido con su brazo izquierdo a la altura de la cintura, ha dado la vuelta al mundo y su efecto ha sido, en la mayoría de los casos, decepcionante y hasta con tintes, es necesario decirlo, de preocupación.
El exastro de Brasil posa con la playera verdeamarela como muchas otras veces lo hizo y lo hará, pero esta vez hay un escalofriante detalle cuyo significado marca una terrible diferencia: en su dorsal luce el número 17, correspondiente al número en la boleta de la primera ronda electoral para la presidencia de Brasil del radical candidato Jair Bolsonaro.
Este acto, presuntamente exclusivo de la arena política, ha trascendido a distintos niveles de la plaza pública y aterrizado, por supuesto, en el mundo del balompié, donde el Barcelona, sin duda el club más beneficiado con las artes futbolísticas del brasileño en su etapa como profesional, esta vez ha resultado el mayor perjudicado.
“Més que un club” (“Más que un club”), reza el slogan de la institución catalana, con el cual durante años han sembrado la idea de transmitir un mensaje global y conseguir trascender como un club con libertades de pensamiento, más alla de ser únicamente una institución deportiva más.
Esta idea de ser una institución social y culturalmente responsable, con valores de respeto a la integridad de las personas, sus derechos y las libertades propias de la democracia, le ha valido para sumar cerca de 200 mil socios por todo el planeta, una barbaridad para cualquier club de fútbol.
Por ello el mensaje abierto de su exestrella en apoyo al candidato líder en las encuestas para convertirse en el próximo presidente de Brasil ha alterado la presión arterial en el organismo blaugrana, porque Jair Bolsonaro representa una de las figuras más oscurantistas y radicales de la política latinoamericana.
“Prefiero que un hijo mío se muera en un accidente a que ande con un bigotudo por ahí”. “Defiendo la pena de muerte y el rígido control de la natalidad”. “Yo no soy violador, pero si lo fuera, no la iba a violar (a una diputada) porque no lo merece”. “El error de la dictadura fue torturar no matar”. “No emplearía a hombres y mujeres con el mismo salario, a pesar de que hay mucha mujer competente”, son algunas de las polémicas llamaradas dichas por el candidato a quien Dinho apoyó.
Claramente esto ha encendido las alarmas en Barcelona, cuya ciudadanía hace algunos meses se debatió entre la idea de celebrar un