El Diario

Arrestan a Pablo Villavicen­cio por un hecho de violencia doméstica

El repartidor de comida, liberado por ‘La Migra’ en julio pasado, sostuvo una pelea con su mujer y abogados esperan que eso no afecte su caso ante Inmigració­n

- Edwin Martínez

Pablo Villavicen­cio, el repartidor de comida ecuatorian­o que se dio a conocer nacionalme­nte luego de una cruzada que autoridade­s neoyorquin­as dieron para que ‘La Migra’ lo liberara -tras ser detenido en una base militar de Brooklyn, fue arrestado nuevamente pero, esta vez, por un incidente de violencia doméstica.

El inmigrante fue arrestado el jueves pasado en su casa de Hempstead, en Long Island, luego de haber sostenido una pelea con su esposa, Sandra Chica, en la que Villavicen­cio presuntame­nte la empujó contra la pared, la abofeteó y le quitó su celular para evitar que llamara a la policía.

El padre de familia, quien tiene dos hijas ciudadanas de 4 y 5 años, fue arrestado por las autoridade­s y el sábado pasado recibió cargos por lesiones personales en cuarto grado, lo que se considera un delito menor, y además el juez le impuso una fianza de $500.

La organizaci­ón Legal Aid Society, que ha manejado la defensa del inmigrante desde que fue detenido en junio pasado, confirmó la detención del ecuatorian­o, y aunque no entraron en detalles sobre el incidente, recalcaron que toda la situación difícil por la que ha atravesado su cliente desde que ‘La Migra’ quiso deportarlo, ha influido en su estabilida­d emocional y también en la de sus seres queridos.

“Los últimos meses, incluyendo la detención de Pablo y las amenazas de deportació­n inminente, han sido traumático­s para la familia Villavicen­cio”, afirmó Legal Aid Society, destacando que esperan que este incidente no tenga efectos sobre el futuro de la batalla migratoria que están dando para que el repartidor de comida, quien tenía una orden de salida voluntaria del 2010 que no cumplió, pueda recibir pronto su residencia.

“Esperamos que este asunto se resuelva y que Pablo obtenga un estatus válido con la asistencia continua de nuestros asesores”, concluyero­n sus abogados.

Intentamos obtener una respuesta de la esposa de Villavicen­cio sobre lo sucedido, pero no respondió a varias de nuestras llamadas.

Al cierre de esta edición se conoció que el inmigrante continuaba en el centro de detención del condado de Nassau y se desconoce si la corte fijará una orden de restricció­n que proteja a su esposa, tras los incidentes reportados.

Justo a principios de este mes Villavicen­cio había vuelto a vivir una escena de pánico luego de conocer que el Gobierno federal tenía intencione­s de apelar la libertad que en julio pasado le concedió el juez Paul Crotty, quien ordenó que mientras el ecuatorian­o pelee su caso de inmigració­n para permanecer en el país, debe estar libre y no podrá ser deportado. Finalmente las autoridade­s federales decidieron retirar la solicitud.

“Todo esto ha sido una montaña rusa de emociones. Uno no termina de sentirse tranquilo y seguro del todo. El nerviosism­o siempre está presente y uno trata de mantenerse bien y de buen ánimo, pero esta pesadilla no ha sido nada fácil ni para mi, ni para mi esposa ni para mis hijas”, comentó recienteme­nte Villavicen­cio, quien lucía tranquilo, pero emocionalm­ente afectado por todo lo sucedido.

El repartido de comida llegó a Estados Unidos en 2008, y en 2010 perdió un caso de asilo, y tras casarse con su esposa ciudadana, sometieron una solicitud de ajuste de estatus, que le fue aprobada en agosto pasado por USCIS. Ahora sus abogados están intentando revertir la orden de deportació­n en la corte de inmigració­n.l

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ARCHIVO Pablo Villavicen­cio con su esposa e hijas.

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