LA PRÓXIMA MENTIRA DE TRUMP
Es posible que los republicanos pierdan la mayoría en la Cámara de Representantes. Por eso el presidente Donald Trump desde su Twitter ya advierte de un inminente fraude electoral.
Al mandatario siempre le cuesta reconocer una derrota. En la elección presidencial que lo llevó a la Casa Blanca le tomó tiempo aceptar que su rival demócrata le había ganado en el voto popular. Cuando era imposible negar las cifras, lo atribuyó a un masivo fraude electoral causado por la asistencia a las urnas de inmigrantes indocumentados.
Ahora Trump recurre al mismo libreto ante la posibilidad de que la historia se repita.
La votación temprana parece terreno fértil para el fraude electoral, según el mandatario. Ya se habla de que una derrota en la elección legislativa pueda ser rechazada por el presunto “fraude” o ser atribuida como un fracaso al liderazgo del presidente de la Cámara, Paul Ryan. O por la interferencia de China enojada por la política comercial de Trump, tal como lo dijo el Presidente en la Organización de Naciones Unidas.
Por supuesto, toda victoria republicana que se registre en el comicio del 8 de noviembre será para la Casa Blanca un triunfo personal del Presidente. Así es como Trump mantiene la fantasiosa imagen de un ganador invicto.
En realidad, si existe un fraude electoral, no lo cometen los votantes. La estafa se cocina en las oficinas de los funcionarios republicanos de varios estados.
El secretario de Estado de Georgia, Brian Kemp, a cargo de vigilar la integridad electoral, es al mismo tiempo el candidato republicano a gobernador. Allí 53,000 votos en su mayoría de afroamericanos están suspendidos debido a una ley controversial que combina varios documentos.
Ocho estados realizan limpiezas agresivas de los padrones electorales que perjudican a las minorías y a los votantes más pobres, considerados mayormente demócratas. También se limitan los horarios y el acceso a casillas electorales. En Dodge City, Kansas, la única casilla electoral fue trasladada fuera de la ciudad, ahora que la mayoría de la población es de origen latino.
También en Kansas, el secretario de Estado, Kris Kobach es candidato a gobernador. Kobach fue reprendido por la justicia debido a sus leyes restrictivas. Este republicano es el principal impulsor del mito del voto de los indocumentados y dirigió la fracasada comisión presidencial, cuyo fin era demostrar que Trump estaba acertado en las afirmaciones disparatadas de la elección presidencial.
Estudios independientes revelan que el fraude electoral es ínfimo. La idea de que pueda cambiar el resultado de una elección es una teoría conspirativa a la altura de la que decía que Barack Obama es un musulmán africano. Trump, que promovió la mentira sobre el expresidente, está listo para promover otras similares si las elecciones no salen a su favor.