Un informe
El gobierno y las principales compañías de internet como Google, Facebook y Twitter se han conjurado para evitar que agentes extranjeros influyan en las elecciones legislativas de noviembre y no se repita lo ocurrido en los comicios presidenciales de 2016.
Según los servicios de inteligencia, en esa ocasión “hackers” rusos lanzaron una operación coordinada en internet para influir en los resultados a favor del entonces candidato y actual presidente Donald Trump, algo que se está tratando de prevenir en la presente campaña.
La semana pasada, la ciudadana rusa Elena Khusyaynova se convirtió en la primera imputada por tratar de interferir en los comicios de 2018 por su participación en de la Fundación Knight reveló que más del 80% de las cuentas de Twitter que propagaron información falsa en 2016 siguen activas. una estructura que financiaba y coordinaba anuncios y publicaciones en redes sociales.
Un mes antes, el 12 de septiembre, el director de Inteligencia Nacional del Gobierno, Dan Coats, indicó que se habían detectado “señales” de intentos de interferir en los comicios provenientes no tan sólo de Rusia, sino también de China, Irán y Corea del Norte.
En el Congreso se han presentado dos propuestas de ley que cuentan con apoyo bipartidista y que abundan en las sanciones a gobiernos e individuos foráneos en caso de injerencia en el proceso electoral, aunque ninguna de las dos ha sido aprobada.
Los gigantes de Silicon Valley también han anunciado varias medidas.
Facebook creó un centro de control para aplacar estas acciones que centraliza los esfuerzos de Facebook para retirar cuentas de personas que se hacen pasar por quien no son para influir en otros, reducir la distribución de noticias falsas e identificar y suspender a aquellos usuarios considerados “actores
debate.. malignos”, que contribuyen a manipular el