El recuerdo de 1986 es inevitable luego de que Boston dio vida a Dodgers
√Ricardo_Deporte Si la historia sirve de algo en los deportes es para entender esos pequeños grandes momentos que cambian el rumbo de las batallas y marcan el destino de los campeonatos.
La noche del viernes –y la mañana del sábado– los Dodgers de Los Ángeles tuvieron potencialmente dos de esos momentos. En el cierre del 18º inning del juego 3 de la Serie Mundial, Max Muncy conectó un jonrón para dejar tendidos a los Medias Rojas de Boston con una victoria épica de 3-2 en el partido más largo de todos los tiempos en Clásicos de Otoño y cuando el reloj en la Costa Este indicaba 3:30 am.
El cuadrangular de Muncy se produjo cuanto la batalla entre Dodgers y Medias Rojas alcanzaba ya las 7 horas y 20 minutos. Sus efectos aún estaban por ser evaluados en los siguientes partidos.
Pero el verdadero momento de “hechizo” del juego había ocurrido una hora y media antes, en el inning 13 y con el reloj indicando cerca de las 11 pm horas locales.
Abajo en la pizarra 2-1 y colgados de su último out de vida en el juego y, con toda seguridad en la serie, los Dodgers recibieron ayuda de
C. Kershaw 8:15 pm Dodger Stadium FOX, FOX Deportes
los llamados Dioses del béisbol. Con Muncy corriendo en segunda base, Yasiel Puig bateó una rola fuerte por la intermedia que el camarero Ian Kinsler, fildeando hacia su derecha, levantó apenas afuera del abanico de tierra del diamante.
Kinsler se resbaló un poco al hacer el fildeo y perdió el balance cuando preparaba su tiro a primera para ponerle final al encuentro. Pero el segunda base decidió no plantarse en la jugada, tiró en plena carrera y su lanzamiento se fue muy desviado a la derecha del inicialista Christian Vázquez y hacia la barda protectora del dugout visitante. Puig llegó quieto y Muncy anotó desde segunda el 2-2.
“Corrí de más al hacer el fildeo y entonces cuando planté el pie para girar y tirar el césped se desprendió durante el acto de lanzar y el tiro se fue desviado”, explicó a los reporteros Kinsler, finalista para el Guante de Oro esta temporada. “Tenía el out final en mi guante y no pude lograrlo. Fue difícil de tragármelo”.
Hola, Bill Buckner
Para los aficionados de Boston la jugada tuvo que traerles malos augurios. Este es el equipo que dentro de su eterna sequía de 86 años sin ganar una Serie Mundial, la cual se acabó en 2004, vivió el drama de dejar escapar el título de 1986 contra los Mets de Nueva York por un famoso error defensivo.
Los Medias Rojas necesitaban un out para coronarse en el ya desaparecido Estadio Shea de Queens, pero los Mets empataron en la parte baja del décimo inning al hilvanar tres hits y aprovechar un wild pitch. Luego, Mookie Wilson sacó una rola no muy fuerte por la línea de la primera base que se le fue entre las piernas al veterano inicialista Bill Buckner. Nueva York se robó el triunfo y al día siguiente se coronó.
Más allá de la anécdota histórica, la victoria de los Dodgers los metió en la pelea y, de hecho, los colocaba en una situación aparente ventajosa previo al juego 4 la noche del sábado. Y es que al Intentar liquidar a los Dodgers con el tercer triunfo seguido, el manager Alex Cora puso a relevar desde el inning 12 a Nathan Eovaldi, el pitcher derrotado tras recibir el cuadrangular de Muncy en su lanzamiento 97 del partido.
Eovaldi, quien puede lanzar rectas de arriba de 100 millas por hora, estaba originalmente programado para ser el abridor del juego 4. La apuesta le salió mal a Cora, quien se fue a dormir sin decidir a su abridor o al menos sin darlo a conocer, pero por haber utilizado casi a todos sus lanzadores y no tener un claro candidato a iniciar, los Dodgers estaban sintiéndose mucho mejor ayer.
El zurdo venezolano Eduardo Rodríguez, que ha lanzado bien en la postemporada, pero que no había iniciado un partido desde el 20 de septiembre, fue el elegido como probable para comenzar en Dodger Stadium en contra del veterano Rich Hill.
Y sigue Kershaw
Por la manera en que ha estado lanzando, Eovaldi les iba a dar a los Medias Rojas una buena posibilidad de ganar en el cuarto partido como abridor. Quedaba la sensación de que la derrota en 18 innings era doble para Boston, y no por la cantidad de entradas jugadas que equivalen a dos partidos de nueve innings.
Por cierto, un muy fresco Clayton Kershaw está contemplado para iniciar el juego 5 este domingo, esta vez en su casa y con todo favorable. El panorama era totalmente distinto para Los Ángeles. Chris Sale, que no se vio muy bien en el juego 1, es el posible abridor de Cora en el crucial partido de hoy.
Los Dodgers tuvieron su cuota de infortunios en el juego 3. La carrera con la que Boston se fue arriba 2-1 en la 13ª entrada fue manufacturada sin que sus bateadores sacaran la pelota del cuadro y anotada en un error defensivo del pitcher Scott Alexander.
Antes, en la octava , el cerrador Kenley Jansen falló a cuatro outs de la victoria de su equipo al recibir un cuadrangular de Jackie Bradley Jr.
Todo lo ocurrido en el “Maratón de L.A.” hicieron olvidar la brillante labor de Walker Buehler, el abridor de los Dodgers que en 7 entradas mantuvo en dos hits a los poderosos Red Sox. Ha nacido un nuevo as.
En síntesis, fue un juego que no se olvidará, sobre todo si los Dodgers emprenden la
béisbol.. embestida, lo cual luce posible. Así es el