Claves de un caso que puede durar mucho
Tras haberse escapado en dos ocasiones de prisiones de máxima seguridad en México, Guzmán, que durante dos décadas lideró el Cártel de Sinaloa, según las autoridades, fue arrestado en enero de 2016 en su país y extraditado a EE.UU. un año después gracias a la autorización del presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, con la condición de que no se le impusiera la pena de muerte.
Guzmán, que batalló legalmente para evitar su extradición, llegó en enero de 2017 a Nueva York, en un avión militar que aterrizó en Long Island.
Los cargos de los que el Gobierno de EEUU acusa a Guzmán Loera, que fue experto huyendo de las autoridades y cuya vida ha sido llevada a la televisión, se relacionan con el narcotráfico. Son once acusaciones y la principal es dirigir una empresa criminal de forma continua, que desde 2003 habría exportado y distribuido a EEUU 457 toneladas de cocaína, heroína, marihuana y metanfetaminas.
La fiscalía presentará pruebas de que el capo, que llegó a estar en la lista de los más ricos de la revista Forbes, está vinculado con decenas de asesinatos como líder del Cártel de Sinaloa, el principal exportador de droga a EEUU desde México.
EXTRADICIÓN: CARGOS: GOBIERNO Vs DEFENSA:
El Gobierno de EEUU está representado en este proceso judicial por un grupo de fiscales liderados por Andrea Goldbarg, de la fiscalía del distrito federal para el este de Nueva York, en Brooklyn, una experta en cómo operan los cárteles de México, una mujer “estricta, estudiosa y rigurosa con los procedimientos y los plazos que fija”, según sus colaboradores.
A Guzmán le representa desde hace un año el abogado radicado en Washington Eduardo Balarezo, un ecuatoriano nacido en Guayaquil pero con cuatro décadas en EE.UU. y que tuvo entre sus clientes al narcotraficante mexicano Alfredo Beltrán Leyva, que cumple cadena perpetua en EE.UU. tras declararse culpable.
La selección del jurado, que comienza hoy y puede durar varios días, figura como uno de los puntos claves de este proceso ya que se hará fuera de la vista pública, con una limitada presencia de miembros de la prensa en la sala del proceso.
Los miembros del jurado elegidos serán mantenidos en secreto por su seguridad, ya que se teme por la venganza de los socios de “El Chapo”, una práctica de seguridad no muy común pero usada en otros casos en diferentes cortes del país.
La seguridad se extiende también a los testigos del Gobierno, entre ellos exsocios o rivales de Guzmán en su presunto imperio de la droga, algunos de los cuales cumplen sentencias en prisiones de EE.UU y se les mantiene en celdas protegidas o están bajo el programa de protección de testigos, con nueva identidad.l
JURADO: TESTIGOS: