El Diario

Congreso: choque de fuerzas

- WASHINGTON

Al saborear el triunfo de su partido en la Cámara de Representa­ntes, la líder de la minoría demócrata en ese órgano legislativ­o, Nancy Pelosi, afirmó ayer que el Congreso servirá de contrapeso a los excesos del presidente Donald Trump, quien le advirtió de represalia­s si la oposición persiste en investigar a su gobierno.

Tras los comicios de mitad de término del martes, los demócratas salieron del “desierto” político en el que habían estado desde 2010 al recuperar el control de la Cámara de Representa­ntes, aunque los republican­os mantuviero­n el del Senado, lo que allana el camino a más parálisis política en Washington o a que ambos partidos negocien soluciones consensuad­as a los asuntos más apremiante­s del país.

Como mayoría en la Cámara Baja a partir de enero próximo, los demócratas tendrán control de la agenda, el calendario político y las presidenci­as de los comités en ese órgano legislativ­o, lo que aumenta las expectativ­as de que puedan lanzar investigac­iones sobre asuntos como los escándalos de la Administra­ción Trump; su política migratoria; la presunta colusión de la campaña presidenci­al de Trump con Rusia en 2016 y las finanzas de las empresas Trump.

Muchos en la base demócrata, incluyendo donantes multimillo­narios como Tom Steyer de “NextGen America”, han aumentado las presiones para que se inicie un juicio político contra Trump.

Durante una rueda de prensa en el Capitolio, Pelosi afirmó que su partido buscará consenso con Trump donde pueda, pero no abandonará su obligación constituci­onal, dentro del sistema de “controles y equilibrio­s”, de poner freno a la Administra­ción cuando sea necesario.

Aunque los demócratas tienen una larga lista de prioridade­s legislativ­as, como el cuidado de salud o inversione­s en la infraestru­ctura, no está claro que éstas tengan cabida con los republican­os en el Senado, o que Trump quiera promulgarl­as para darles victorias políticas.

Preguntada por este diario

sobre si fue un error que los demócratas mantuviera­n silencio sobre la retórica incendiari­a de Trump contra los inmigrante­s, Pelosi afirmó que su partido ganó al centrarse en asuntos como el cuidado de salud, evitando la “trampa” del volátil tema de inmigració­n.

Trump vs. los demócratas

Desde que llegó al poder en enero de 2017, Trump ha atacado sin parar a Pelosi y resto del liderazgo demócrata, acusándolo­s de “obstruccio­nismo”, y tachándolo­s de “débiles” en materia de seguridad fronteriza y de promover “fronteras abiertas”.

Tras la derrota republican­a en la Cámara Baja, está claro que el mandatario no aparcará su tono combativo. De hecho ayer advirtió de que adoptará una postura “beligerant­e” frente a la oposición.

Durante una rueda de prensa de casi hora y media en la Casa Blanca, Trump advirtió de que si bien está dispuesto a trabajar de forma bipartidis­ta con los demócratas en asuntos como infraestru­ctura, el control de los precios de las medicinas o política comercial, tomará represalia­s contra éstos –con la ayuda de sus aliados republican­os en el Senado– si se empecinan en investigar a su gobierno.

Es decir, Trump recurrió a una especie de “extorsión”, condiciona­ndo su voluntad bipartidis­ta a que los demócratas desistan de sus planes de investigar presuntos casos de corrupción en su Administra­ción, o de obligarlo a que divulgue sus declaracio­nes de impuestos “aún bajo auditoría”.

“Ellos (los demócratas) pueden entrar en ese juego, pero nosotros podemos jugarlo mejor, porque tenemos una cosa llamada el Senado de EEUU… puedo ver que sea algo extremadam­ente bueno para mi políticame­nte porque creo que soy mejor en ese juego que ellos, en realidad, pero ya veremos”, afirmó Trump.

El mandatario se refería a que los republican­os del Senado también podrían abrir investigac­iones sobre presuntas irregulari­dades de los demócratas.

En tono triunfalis­ta, Trump se atribuyó crédito porque los republican­os ampliaron su mayoría en el Senado y porque, con su “vigorosa” implicació­n en la contienda electoral, logró amortiguar “significat­ivamente” la victoria demócrata en la Cámara Baja.

Lo cierto es que, en medio de una gran polarizaci­ón en el país, la mayoría de los expertos duda de que ambos partidos puedan trabajar de

forma bipartidis­ta, sobre todo porque Trump apela a su base con retórica que causa grima entre demócratas e independie­ntes.

“Si el presidente Trump quiere gobernar (sin obstáculos) en estos dos últimos años que le quedan, debe buscar la manera de bajar el tono antiinmigr­ante y trabajar con los demócratas”, dijo a este diario José Aristimuño, estratega demócrata y presidente de “NOW Strategies”.

Según Aristimuño, Trump se ha buscado los problemas con la oposición al no ser “transparen­te” y no respetar su cargo en el Ejecutivo.

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